Mis padres me habían garantizado una buena educación, aún así nada estaba garantizado.
Irene Gutiérrez siempre tuvo una vida cómoda, holgada y llena de comodidades, sus padres le pudieron garantizar de más joven una buena educación por lo que se pudo garantizar una carrera como licenciada en administración de empresas. Sin embargo, debido a fuertes trabajos de brujería realizados en su contra, varios aspectos de su vida económica estaban mermando su estabilidad financiera.
A Irene su situación económica la tenía entren la espada y la pared, al punto de tener que enfrentar dificultades a la hora de cubrir las necesidades mas básicas de su hijo. De forma irónica siendo administradora del comercio de venta de ropa no podía a su vez ella comprarle ropa a su hijo debido a lo apretado de su situación financiera.
Con el tiempo participando en la Iglesia Universal empezó a notar cómo el grupo diezmista salía adelante gracias a sus sacrificios espirituales y económicos. Irene había entendido que el sacrificio debía ir más allá de sus oraciones, que debía colaborar como diezmista porque Dios lo era todo.
Tomó la decisión de poner en manos de Dios la protección no solo de su familia si no también de su vida económica. Tras su cambio de visión ahora puede ver la vida de manera más fluida, abriéndose a Dios y recibiendo al Espíritu Santo el cual representa sabiduría.
Dios la ha ayudado a pagar sus deudas y ha proteger sus negocios, mientras ve a su alrededor a otros teniendo problemas para mantener sus ventas siente que Dios ha blindado su negocio de todo mal.
Para Irene Gutiérrez el amor que viene de Dios no tiene palabras para ser explicado.
Vea usted el testimonio Irene Gutie