-Todos mis problemas iniciaron desde el momento que mi esposo terminó hundido en el vicio del alcohol, ya que por causa de ese vicio el dinero no nos alcanzaba ni para pagar la renta. Toda esta situación era alarmante y horrible porque esto causaba muchos pleitos entre mi esposo y yo. No había día que nosotros no discutiéramos o que termináramos peleando por la misma razón.
–El tiempo pasó y lo único que provocó fue que cayera en la depresión. Al ver que nada cambiaba en mi vida, entonces busqué la ayuda en los brujos creyendo que ellos me ayudarían a salir de este infierno en el cual me encontra viviendo, pero eso no fue lo que sucedió, sino que todo se empeoró cada vez más, ya que mi esposo se encontraba cada vez más hundido en su vicio del alcohol.
–Un día mientras miraba la televisión y vi la programación de la Iglesia Universal, fue ahí donde tomé la decisión de asistir a los servicios. Desde el primer momento que empecé a asistir comprendí que estaba siendo víctima de una maldición que estaba destinada para destruir la vida de mi esposo y la mía.
–Así fue como a través de la fe logré romper con la maldición que esclavizaba a mi esposo al vicio. Hoy estoy libre de la depresión y mi relación con mi esposo se restauró porque él venció el vicio del alcohol.
–Cuando aprendí a hacer una Prueba con Dios, comprendí que a través del Espíritu Santo, uno puede obtener la paz, la tranquilidad y la fuerza que siempre anhelé tener para seguir luchando por todos mis sueños. Hoy mi vida está trasformada gracias a la Prueba que hice con Dios.
Testimonio Alejandra Posada.