“Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.”

¡Responde con fe!
Hay quienes esperan que todo lo haga Dios, como si la fe fuera una especie de boleto directo al milagro.