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Venza la vergüenza que ha deshonrado su vida

Venza la vergüenza que ha deshonrado su vida

Lo que agrada a Dios es la fe y eso lo podemos encontrar bíblicamente en el pasaje de Hebreos 11:1 “Sin fe es imposible agradar a Dios”. Tener fe significa ponerse en la dependencia de Dios. Y fue lo que hizo un hombre de Dios llamado Esdras ante una situación crítica, mencionado en la siguiente parte bíblica:

“Después proclamé un ayuno cerca del río Ahavá, para que reconociéramos nuestras faltas ante nuestro Dios, y para pedirle que nos llevara con bien a nosotros, nuestras familias y nuestras posesiones”. Esdras 8:21. El ayuno es una de las herramientas de la fe. Cuando se realiza un ayuno para que este se pueda cumplir, nuestros pensamientos deben estar completamente dirigidos a Dios.

Todo lo que nosotros hacemos en obediencia a la fe funciona, Dios nos dirige por medio de Su Palabra lo que tenemos que hacer, porque Él tiene un propósito en nuestra vida para que se cumpla porque Su Palabra no puede volver vacía. A causa de eso no interesa lo que en ese momento este aconteciendo a nuestro alrededor, está determinado que sucederá y se cumplirá tal como Dios ha prometido.

Esdras tenía la responsabilidad de llevar los diezmos y las ofrendas a Jerusalén en obediencia a su fe y él aceptó esa responsabilidad, ese desafío. Esdras recibió una guía y una dirección con respecto a su fe. Él sabía de la amenaza que había y por eso él se puso en la dependencia de Dios, en ayuno y en oración.

“Pues me dio vergüenza pedirle al rey soldados de caballería para que nos protegieran del enemigo en el camino, ya que le habíamos dicho al rey que Dios protege a todos los que le buscan, pero que descarga su fuerza y su ira sobre todos los que le abandonan”. Esdras 8:22.

En el mundo espiritual en nuestro camino existen muchos enemigos espirituales, que se materializan a través de los problemas, que se manifiestan por medio de las personas, esto es, personas que dominadas por la envidia que es un mal espiritual, no le quieren ver prosperando, no le quieren ver feliz en la vida sentimental, familiar, económicamente, etc. Esos son los enemigos espirituales que se encuentran en el camino, personas que por ser dominadas por el mal tienden trampas a otras y terminan haciendo daño a la otra persona o a su familia. Son muchos los enemigos que se tienen en el camino, pues está escrito que satanás anda alredor buscando a quien devorar.1 Pedro 5:8.

Cuando uno se aparta de Dios, a causa de la decisión tomada, la protección de Él no puede más estar en nuestra vida y eso provoca que el mal venga sobre uno. De ninguna manera Dios quiere que eso acontezca en la vida del ser humano, pero por causa de esa decisión propia el mal toma posesión de la vida de la persona.

“De modo que ayunamos y rogamos a Dios por todo esto, y Él nos atendió”. Esdras 8:23. Dios no ordenaría que se hiciera algo apenas por hacerlo. Si Él nos orienta que existen situaciones por las cuales tenemos que orar y ayunar, entonces Él nos atenderá, no a nuestro tiempo, a nuestro modo o manera, sino como Él ha determinado, de acuerdo con Su voluntad.

Esdras había recibido una dirección y él la ejecutó, pero eso no hizo con que pudieran evitar los enemigos en el camino, tanto él como los demás tuvieron que pasar por donde estaban los enemigos, pero reaccionaron en la fe y eso los llevo a obtener la victoria.

“Entonces aparté a doce de los sacerdotes principales, a Serebías, a Hasabías, y con ellos diez de sus hermanos. Les pesé la plata, el oro y los utensilios, la ofrenda para la casa de nuestro Dios que habían ofrecido el rey, sus consejeros, sus príncipes y todo Israel que allí estaba… Y les dije: Ustedes están consagrados al Señor y los utensilios son sagrados. La plata y el oro son ofrenda voluntaria al Señor, Dios de sus padres”. Esdras 8:24-28.

Si usted tiene una alianza con Dios, un compromiso con Él, usted es un hijo (a) de Dios, usted está consagrado (a), esto es, separado (a) por Dios para ser incluido en Sus planes. A causa de esta alianza ¡nadie le puede tocar! Porque es una promesa de Dios, es algo bíblico.

“Así que los sacerdotes y los levitas recibieron la plata, el oro y los utensilios ya pesados, para traerlos a Jerusalén a la casa de nuestro Dios. Partimos del río Ahava el día doce del mes primero para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y de las emboscadas en el camino”. Esdras 8:30-31. Lo principal que agradó a Dios, fue lo siguiente, no fue apenas la oración y el ayuno, sino la ofrenda principal que Esdras presentó a Dios. Él tenía derecho de recibir la ayuda del rey y que él fuera acompañado por soldados, pero él asumió la fe y Esdras dijo: “yo tuve vergüenza”. Esdras tuvo vergüenza, porque él había dicho al rey que Dios era con ellos y pedir ayuda representaba una deshonra.

Cuántas son las personas que aun creyendo en Dios viven una vida de vergüenza, de deshonra dependiendo de los demás, esperando que sean ellos que solucionen sus problemas en lugar de ellas usar su fe y colocarse en la dependencia de Dios.

Cuando alguien vive dependiendo de la ayuda de los hombres, ella fácilmente puede perder lo que ha logrado, pero cuando es la mano de Dios que trabaja en la vida de esa persona y se depende de Él, nadie puede tocarle, ni tocar lo que Él le ha dado. Y el lugar donde Dios le ha puesto prosperará y crecerá, por causa de esa dependencia hacia Él.

Dios quiere que vivamos ciento por ciento en su dependencia, porque mientras alguien tenga algo o alguien de quien está dependiendo, no podrá ver lo sobrenatural. Si usted quiere ver lo sobrenatural de Dios usted tiene que soltar: pensamientos, cosas, personas… No tenga miedo de caer, si usted llega al fondo, es justo ahí, donde la mano de Dios le va a alcanzar para levantarlo. Quite la vergüenza de su vida, dependiendo de Dios y usted verá el poder sobrenatural en su vida.

Dios les bendiga.