A pesar de toda la gente que había a su alrededor, Claudia se sentía sola

Vivía con el constante deseo de quitarse la vida

Claudia Forigua vivía su día a día con el constante deseo de quitarse la vida, una voz en su interior le hacía la invitación día y noche. Ella sentía que, a pesar de toda la gente que tenía a su alrededor, se sentía sola. Debido a la violencia que ejercía su padre hacia su madre la tenía en el fondo de un pozo de depresión desde muy pequeña.

Claudia, sin entender sus emociones, pasaba las noches llorando. Durante el día pretendía ser una persona normal y feliz frente a sus seres cercanos, pero la realidad es que dentro de ella había un gran vacío. Durante muchos años intentó buscar refugio a sus conflictos emocionales intentado con diferentes relaciones sentimentales, pero al final ninguna de ellas funcionaba.

Conoció a quien se convertiría en el padre de su hija, pensaba que este gran cambio traería felicidad, pero al contrario de lo esperado, su pareja la desvalorizaba como persona, su día a día era de discusiones tras discusiones. La idea recurrente del suicido era siempre contemplada como opción por parte de ella. Sentía que había fallado como madre.

Un día un compañero de trabajo la invitó a asistir un domingo a la Iglesia Universal el lugar donde consiguió toda la paz que buscaba. Su compromiso con Dios le ha traído a su vida cambios positivos y prósperos. Hoy en día Claudia Forigua asegura que duerme como un bebé porque sabe que está en los brazos del Señor Jesús.

Testimonio Claudia Forigua.

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