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Comprometido con Dios

Comprometido con Dios

Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquel, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. (Lucas 16:19-23).

La Palabra de Dios refiere que un hombre era rico y el otro era pobre. Uno fue al infierno y el otro al cielo, pero, ellos no fueron a esos lugares por sus condiciones financieras. Lázaro era salvo, pero eso no le garantizó una vida prospera en la tierra y la razón era porque para conquistar las cosas terrenales, es necesario manifestar la fe y mientras Lázaro estuvo vivo no lo hizo y por eso vivió en la pobreza y enfermo. Lázaro se resignó a vivir de esa manera. Dios coloca Su poder a nuestra disposición para que la usemos, pero está en cada uno de nosotros si queremos hacer uso de la fe y así conquistar las promesas que Él ha prometido en Su Palabra.

El otro caso es el rico, él no fue salvo y fue al infierno. ¿Cuál es la razón de que el hombre rico no fue salvo y otras personas también no logren su salvación?  La razón de eso, es porque vivir sin Dios significa, vivir cien por ciento para sí mismo. Vive en libertad y no asume la responsabilidad de sus acciones. Esto es, uno vivir sin trabas para buscar la felicidad personal y el placer a cualquier precio. El hombre rico era un hombre religioso, él creía en Abraham, pero no creía en el Dios de Abraham, él tenía su riqueza como su dios.

Este hombre no estaba interesado en los planes de Dios, aunque era un hombre religioso, no estaba comprometido con Dios. Eso lo podemos comparar como a una persona que trabaja por trabajar, ella no está comprometida con la empresa, por eso puede incluso hacer las cosas de cualquier manera, porque ella sólo mira para su propio bienestar. Otro ejemplo que podemos poner es el de las parejas que no quieren comprometerse, porque quieren libertad y por lo consiguiente como no hay compromiso eso conlleva a la infidelidad.  

Cuando uno vive cien por ciento para si mismo, uno no se interesa por el bienestar de nadie, porque se es egoísta, orgulloso y arrogante. Esta clase de personas pueden conocer incluso la Palabra de Dios, pero la desprecian, y terminan sólo priorizando su propia voluntad, viviendo para si mismas, sin buscar vivir bajo la voluntad de Dios.

El ser humano es quien depende de Dios y no Él de nosotros. Cuando Dios nos orienta es para que no vivíamos en una vida de vicios, prostitución, homosexualidad… En si, vivir una vida sin estar comprometidos con Él, Dios quiere darnos una vida transformada y feliz, pero para esto es necesario asumir un pacto con Él.

El rico se fue al infierno, él tomó su propia decisión porque decidió vivir uno vida para si mismo y no de asumir un compromiso con Dios. “Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora este es consolado aquí, y tú atormentado. 

Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos”. (Lucas 16: 23:31).

Este relato es la verdad de la Palabra de Dios y así como describe, en el infierno no hay momentos de descanso, ni de alivio. El hombre rico tenía consciencia de sus pecados, pero mientras estaba vivo, él no busco el arrepentimiento. Basado en la Palabra de Dios se muestra que el infierno es un lugar donde se está consciente de lo que está aconteciendo, nos podemos imaginar, si alguien un día estuvo en la puerta del cielo, esto es, la persona venía a la iglesia, pero nunca tomó la decisión de estar comprometido con Dios, porque no quiso pagar el precio de renunciar a su propia voluntad.

Cuando uno esta comprometido con Dios, uno no quiere comprometer su salvación por nada, ni por nadie. Eso lleva a siempre estar buscando cuál es la voluntad de Dios, en cada aspecto de nuestra vida y principalmente en la vida sentimental. Recordemos que la salvación es individual y el principio para lograrla es el arrepentimiento de los pecados. Si usted quiere tener una vida transformada y lograr lo principal que es su salvación, entréguese sinceramente y asuma un compromiso, un pacto con Dios. Es por lo consiguiente que usted verá las promesas de Él cumpliéndose en su vida, y lo principal, el Espíritu Santo le dará poder para permanecer en la fe y mantener su salvación.

Dios les bendiga.