Según estudiosos de la Biblia, el apóstol Pablo fue doctor de la Ley judaica y eximio conocedor de la lengua griega. También fue escriba y fariseo, lo que indicaba su alta formación religiosa. Eso le daba la capacidad de ser un rabino, un miembro del Concilio o de asumir alguna otra función notable en su religión.
Llegó a actuar, también, como una especie de “promotor de justicia” en favor de los intereses de la religión judaica. Su influencia era tan grande que el sumo sacerdote de la época le dio autoridad para azotar y arrestar a los cristianos, considerados “criminales”, que se refugiaban fuera de los límites territoriales de Israel. Además, es posible que Pablo tuviera formación militar, pues muchos nobles de su época, así como él, solían ser entrenados para las guerras. Eso puede explicar el motivo por el que el apóstol usaba, constantemente, términos militares en sus escritos. Vea:
Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Por tanto, yo de esta manera corro, no como sin tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al aire, sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que, habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado.
1 Corintios 9:25-27
Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.
2 Corintios 10:3-6 RVR1960
Les manda saludos Epafras, que es uno de ustedes. Este siervo de Cristo Jesús está siempre luchando en oración por ustedes, para que, plenamente convencidos, se mantengan firmes, cumpliendo en toda la voluntad de Dios.
Colosenses 4:12 NVI
Esta Comisión te confío, hijo Timoteo, conforme a las profecías que antes se hicieron en cuanto a ti, a fin de que por ellas pelees la buena batalla, guardando la fe y una buena conciencia, que algunos han rechazado y naufragaron en lo que toca a la fe.
1 Timoteo 1:18-19
He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe.
2 Timoteo 4:7
Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:12
continuará…
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