El justo florecerá como la palma, crecerá como cedro en el Líbano.Plantados en la casa del Señor, florecerán en los atrios de nuestro Dios. (Salmos 92:12-13)
Como la palmera, el justo crece rápidamente porque se alimenta de la savia, que es la Palabra de Dios, y produce los frutos de su Espíritu.
Mensaje sustraído del blog de señora Ester Bezerra
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