La Palabra de Dios dice: Palabra del Señor que vino a Joel, hijo de Petuel. Oíd esto, ancianos, y prestad oído, habitantes todos de la tierra. ¿Ha acontecido cosa semejante en vuestros días, o en los días de vuestros padres? Contadlo a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la siguiente generación. (Joel 1: 1-3) Lo que está profetizado y lo que aconteció en aquellos días en la época de Joel iba a acontecer en otras generaciones y como está aconteciendo en esta época.
Tal vez usted se pregunte, ¿qué es lo que está aconteciendo? La biblia nos describe: Lo que dejó la oruga, lo comió la langosta; lo que dejó la langosta, lo comió el pulgón; y lo que dejó el pulgón, lo comió el saltón. (Joel 1: 4) En esos días del profeta Joel, la plaga estaba afectando toda la tierra como hoy está sucediendo. Podemos ver varias plagas de virus que están dañando mundialmente como el coronavirus, la viruela del mono, polio, entre otros tantos virus que han estado surgiendo. Esto atribuye también que no solo son las plagas de enfermedad, sino que nunca hubo tantos divorcios y separaciones como en nuestros días y la pobreza que ya no es solo de los países del tercer mundo, sino también en países de primer mundo como es en los Estados Unidos.
En la época de Joel, las plagas se habían manifestado en forma de insectos y hoy las plagas han venido en forma de lo que se mencionó anteriormente, las cuales ellas se manifiestan a través de los espíritus malignos, que actúan en la mente de toda clase de personas, para provocar peleas, pleitos, separación, injusticias y toda clase de sufrimiento. Pero quien se considera hijo (a) de Dios, no puede aceptar que estas plagas les afecte, porque incluso puede afectar hasta indirectamente, pero no directamente.
Sólo se vencerán las plagas que vengan, si se posiciona, esto es, si se actúa la fe. La Palabra de Dios dice: “resistir al diablo y el huirá de nosotros”. Santiago 4:7. Eso nos muestra que no podemos aceptar que las plagas que son los problemas espirituales invadan nuestra vida, tenemos que resistir e imponernos, haga valer la autoridad que como hijo(a) de Dios usted tiene. El diablo tiene que encontrar resistencia en nosotros, y para que eso acontezca nosotros tenemos que posicionarnos. Cuando me refiero a que usted tiene que posicionarse eso significa que usted que tiene un pacto con Dios, una alianza con Él y a obedecido Su Palabra, no puede aceptar la situación mala que se encuentre pasando, ya que usted tiene el derecho de no aceptar tener una vida contraria a lo que promete la Palabra de Dios.
En la época de Joel, aquella plaga provocó todo aquello porque había desobediencia. La Palabra de Dios menciona en el libro de Efesios 2:2 que el diablo sólo tiene el poder de actuar en la vida de los desobedientes. Pero hay algo que también es necesario tomar en cuenta del porqué las plagas podrían estar afectando su vida, si moralmente no se vive en el adulterio, en la prostitución, en los vicios, en la homosexualidad, la mentira entre otros pecados… Pero muchas de las veces cuando se enfrentan ciertos tipos de problemas se murmura y se cuestiona.
Cuando Dios permite que aquellos que son hijos de Dios pasen por situaciones que a veces no tienen explicación, crea que Dios tiene un propósito para lo que se encuentra pasando, de ninguna manera Él permitirá que esa situación lo destruya o lo venza. Lo que se encuentre viviendo es para que sea fortalecido en la fe y pueda vencer. ¿De qué manera usted puede vencer? La biblia nos tiene la respuesta: “Aun ahora declara el Señor volved a mí de todo corazón, con ayuno, llanto y lamento. Joel 2:12. Esta es la forma que Dios nos orienta para vencer las adversidades y como reitero hay pecados morales y hay pecados espirituales. Entre los pecados espirituales se encuentra lo que he mencionado y que infelizmente ha llevado a muchas personas a perder sus batallas que es la murmuración.
Dios nos muestra la disciplina espiritual que hay que seguir:
- ayuno: abstención de alimentos total o parcial cuando se bebe agua
- llanto: humillarse, que es reconocer no ante los hombres, sino ante Dios que no somos nada
- lamento: que es pedir por la misericordia de Dios, porque como humanos somos pecadores, podemos cometer pecados tanto conscientemente como inconscientemente. Pero, Él Señor en su gran misericordia, siempre está atento para perdonarnos y dispuesto a darnos una oportunidad.
“Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos; volved ahora al Señor vuestro Dios. porque Él es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en misericordia, y se arrepiente de infligir el mal”. Joel 2:13. En la época de Joel, regularmente cuando el pueblo pecaba, para humillarse delante de Dios, el pueblo se rasgaba la ropa, pero después de un tiempo, eso se volvió un ritual vacío y no había sensibilidad, era solo un ritual religioso.
Dios no castiga a nadie, quien castiga es satanás y el hombre, pero de la parte de Dios no hay castigo, hay disciplina e incluso en las correcciones de Dios hay amor. Él no es malo o cruel, Dios es como lo describe Su Palabra: compasivo, clemente, lento para la ira y abundante en misericordia… Pero, hay una observación, si alguien se aparta de Él, el mal tendrá poder de actuar en su vida y Él no podrá hacer nada, porque Él es justicia.
La naturaleza de Dios es amor, pero Su carácter es justicia y así como Él exige, también cuando alguien toma la decisión de entregarse a Él es justo y cambia la situación, como dice a continuación: “Entonces os compensaré por los años que ha comido la langosta, el pulgón, el saltón y la oruga, mi gran ejército, que envié contra vosotros”. Joel 2:25. Dios no envió el mal, Él permitió que los enemigos de Israel los vencieran y los llevarán como cautivos, por causa de la desobediencia del pueblo.
En la vida espiritual acontece lo mismo, Dios no puede actuar si uno se apartó de Él o si uno no se posicionó como debería y permite que el mal prevalezca. El bien no es automático, el bien tiene que ser provocado y eso se realiza obedeciendo y actuando la fe, para tomar la posesión de la victoria. Si usted se encuentra pasando por una situación y usted es una persona que ha asumido un compromiso con Dios, resista e impóngase ante tal situación, no acepte que el mal tome o destruya lo que es suyo. Y si usted es una persona que reconoce que se ha equivocado, que no ha sido obediente a Dios, sométase a Él como está escrito en Joel 2:13 y crea que Dios restituirá todos los años dañados y si usted algún día ha murmurado sepa que eso ha sido la puerta abierta para el mal entrar en su vida, crea que toda situación adversa que ha vivido es porque Dios le está preparando para la victoria y Él renovará sus fuerzas, humíllese ante Dios y crea que Él hará lo grandioso en su vida.
Dios les bendiga.
