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Un brillo en la mirada

Un brillo en la mirada

No es novedad para nadie que la sonrisa es un lenguaje universal, y a través de ella logramos contagiar a las personas y romper barreras. Pero, ¿sabías que no todas las sonrisas provienen del interior?

Podemos sonreír por educación, cordialidad o simplemente para construir la fama de que somos felices.

Sin embargo, existe una sonrisa diferente, que no siempre es acompañada de una expresión facial evidente, es “La sonrisa de los ojos”. Este tipo de sonrisa no depende solo de querer hacerlo, sino que es necesario poder sonreír con los ojos.

Podemos disimular una falsa alegría a través de la sonrisa de nuestros labios, pero, nuestra mirada siempre reflejará nuestra verdadera condición interna, es decir nuestro estado espiritual.

“El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.” (Proverbios 15:13)

Un brillo en la mirada

¿Conoces ese brillo en la mirada que vemos en algunas personas? Un brillo que dice mucho, un brillo que nos hace confiar y ver paz. Es la sonrisa de nuestros ojos, es decir, una expresión incontrolable de alma que habita en aquel cuerpo.

Dicha alma siente gran alegría y satisfacción todo el tiempo ¡Si, todo el tiempo! La acción de sonreír con los ojos no es algo externo, sino interno, que termina siendo percibido por los demás a nuestro alrededor.

Solo podemos sonreír con nuestros ojos cuando nuestra alma está satisfecha, realizada y plena; pero no tiene relación alguna con las conquistas materiales, bendiciones adquiridas a través de la fe, ¡no! Eso viene de lo más profundo de nuestro ser, y solo es posible cuando estamos felices con Dios, cuando Él es realmente el Señor del alma que habita en nuestro cuerpo.

¿Y tus ojos? ¿Qué expresan sobre el estado de tu alma? ¿Realmente está satisfecha? ¿O aún vive hambrienta, sedienta y siempre buscando algo?

Dios desea inmensamente saciar tu alma y hacerte sonreír sin mover los labios, Él anhela que todos vean Su luz en tu mirada, Él anisa hacerte sonreír con los ojos todos los días incluso sin un motivo aparente.

¿Viste cómo sí es posible sonreír con los ojos?

¡Deja a Dios satisfacer tu alma hoy mismo!

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