Los dos testigos (parte 5)

«Pero, después de los tres días y medio, un espíritu de vida, viniendo de la parte de Dios en ellos penetró y ellos se irguieron sobre sus pies, y aquellos que los vieron sobrevino gran miedo».

El galardón de aquel que muere por la causa del Señor Jesús es la resurrección para la vida eterna con Él. El apóstol Pablo dice:

«… si ya morimos con Él, también con Él viviremos» (2 Timoteo 2:11).

La resurrección de los dos testigos es descrita con la misma expresión que la visión del profeta Ezequiel tuvo con la resurrección de Israel, En el valle de los huesos secos, cuando dice: «Hizo también la mesa de madera de acacia; su longitud de dos codos, su anchura de un codo, y de codo y medio su altura» (Éxodo 37:10).

Los dos testigos de Israel son un ejemplo de cómo será el arrebatamiento de la Iglesia del Señor Jesús: «… y los dos testigos oirán gran voz venida del cielo, diciéndoles: Subid aquí. Y subirán al cielo en una nube, y sus enemigos las contemplarán. En aquella hora, hubo gran terremoto y acabó con la décima parte de la ciudad, y murieron en este terremoto siete mil personas, al paso que las otras se quedarán sobremodo aterrorizadas, y darán gloria al Dios del cielo».

Cuando la primera misión de Elías, solamente siete mil permanecieron fieles al Dios de Israel, al paso que los demás apostaron, conforme dice:

«También conservaré en Israel siete mil; todas las rodillas que no se doblarán a Baal, y toda boca que no besó» (1 Reyes 19:18).”

La situación en Apocalipsis se invierte de forma peculiar, siete mil perecerán. Se supone que los muertos serán aquellos que hubiesen hecho oposición más intensa contra los dos testigos- Moisés y Elías en su nuevo ministerio. El griego dice, literalmente, «nombres de hombres, siete mil». Hay quien interpreta que estos siete mil hombres de renombre, personas preminentes como autoridades de la ciudad de Jerusalén. Se acredita que estos siete mil hombres han impedido el sepultamiento de los dos testigos, y ahora, ellos mismos serán sepultados en medio de las ruinas de sus propias casas.

«Pasó el segundo ¡ay! He aquí sin demora, vino el tercer ¡ay!».

Continuará…

Si le interesa lea también: Los dos testigos (parte 4)

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

Compartir:

Valor Propio

https://www.youtube.com/watch?v=uUTSqzzs1J0 ¿Cómo definirías tu propio valor? Cuando se habla de valor propio, se hace referencia a la autoestima: cómo uno

leer más