El Séptimo Sello (Parte 3)

Entonces vi a los siete ángeles que se hayan en pie delante de Dios, y les fueron dadas siete trompetas… La Biblia ha hablado con respecto a muchas trompetas: las trompetas de guerra, como en Jericó, donde los sacerdotes las tocaran, como señal, para que todo el pueblo gritase con gran gritería en torno de las murallas, y así ellas viniesen abajo; o las trompetas de Gedeón y de sus trescientos valientes; trompetas para proclamar las tribus de Israel para la guerra; trompetas que eran tocadas en fiestas; trompetas que eran tocadas para reunir el pueblo cuando fue dada la ley en el Sinaí; trompetas cuyos sonidos anunciaban un nuevo rey y su posesión o la construcción del templo. Y todas esas trompetas eran tan solo indicaciones proféticas de las trompetas celestiales, cuya plenitud divina vemos aquí: siete trompetas, que proceden del séptimo sello. Encontramos aquí en la época del «día del Señor» que cubre un período de juicios de siete años. en Sofonías él es llamado de «! día de trompeta», pues como dijo el profeta:

«Cercano está el día grande del Señor, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día del Señor; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebre cimiento, día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres. Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra el Señor; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ora del Señor, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra» (Sofonías 1:14-18).

Parece haber un paralelo entre las trompetas que Gedeón dio a sus trescientos hombres y esas trompetas que los siete ángeles recibieron. En aquella oportunidad Gedeón usó sólo de las trompetas, de los cántaros vacíos y de las tochas de fuego. Y fue lo suficiente para que, de la parte de Dios, hiciese las mis dianitas entrar en desespero y se mataren unos a otros; aquí los siete tocan sus trompetas para la guerra contra Satanás, y es el propio Señor Jesús quien acaba con él.

«Vino otro ángel y se quedó de pie junto al altar, con un incensario de oro, y le fue dado mucho incienso para ofrecerlo con las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que se haya delante del trono; y da la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso, con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incienso, llenó de fuego del altar y lo tiró a la tierra. Y hubo truenos, voces, relámpagos y terremoto. entonces los siete ángeles que tenían las siete trompetas preparan para tocar»

concordar como otros intérpretes, que vienen en ese «otro ángel» la persona del Señor Jesús. Y eso porque en el relato del apóstol, hay indicios fuertes a ese respecto, especialmente en cuanto al paralelo con el sumo sacerdote de Israel, si no, veamos:

  1. Él realiza una tarea extraordinariamente elevada, la cual en el Antiguo Testamento solamente el sumo sacerdote tenía el derecho de hacerlo. Los demás ángeles no tenían ese derecho.
  2. Él también se presenta en dignidad sumo-sacerdotal y se queda de pie junto al altar. En la tierra ese altar de incienso se encontraba directamente delante de la cara de Dios, pero aquí él está en el cielo.

Continuará…

Si le interesa lea también: El Séptimo Sello (Parte 2)

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

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