Humberto del Campo era un joven triste quien arrastraba consigo un gran dolor clavado en el pecho, le dolía mucho pertenecer a una familia la cual se vía envuelta en un clima de caos a diario. Tuvo que padecer vivir de esta manera durante largos años, no solo sus padres sino sus hermanos discutían constantemente y muchas veces le afectaba de tal manera que se tomaba muy personal los conflictos.
Humberto se sentía enteramente responsable de las grietas que existían en su núcleo familiar, pero era su padre, quien debido a sus problemas con la bebida se tornaba en una persona agresiva que arremetía contra su propia familia.
A Humberto le dolía mucho ver a su padre destruido por el vicio, por eso se prometió así mismo jamás llegar a ser el reflejo de lo que era su padre, pero las amistades menos indicadas hicieron que sus palabras se las lleve el tiempo.
El alcohol solo sumaba más inseguridad en su vida, por lo que se había hundido en la depresión, le gustaba estar solo encerrado en su cuarto contemplando en su mente la posibilidad de acabar con su vida.
Gracias a su hermano conoció la Iglesia Universal, un lugar donde pudo encontrar esa felicidad que hacía tanta falta en su vida, hoy en día ha alcanzado al Espíritu Santo el cual le indicó el sendero para estar junto a Dios.
Testimonio Humberto del Campo.
