Son las debilidades del alma las que fortalecen a Satanás.
Quien quiera saber cuál es la voluntad de Dios para su vida, basta con contrariar a su corazón/alma y ver su reacción. Si es algo fácil de practicar y el corazón siente placer, a la carne le va a gustar; entonces, eso no es la voluntad de Dios. Por eso, podemos decir que el corazón ha sido socio del mal y adversario del bien.
Tenemos, de parte de Dios, grandes alertas sobre los peligros y las amenazas del corazón humano:
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Jeremías 17:9 RVR1960
En los textos originales en hebraico, “engañoso es el corazón” (hakôv ha lev mi kôl) expresa la idea de que el corazón induce al ser humano a perseguir todo lo que quiere, pues la palabra hakôv (עקב) significa: seguir, perseguir, rastrear, tortuoso, complicado y torcido.
Verificamos que, según el entendimiento bíblico en hebraico antiguo, existen las siguientes explicaciones para el corazón en este pasaje:
- Está lleno de excusas.
- Sigue y persigue todo el mal.
- No es confiable, pues es la parte más torcida y distorsionada que hay en el ser humano.
Frente a eso, podemos hacer un paralelo entre la capacidad del corazón de engañar y la actitud de un cazador o de un depredador —como un león que persigue a un conejo, a un zorro o a alguna otra especie y permanece en su rastro hasta capturar su presa—. Eso quiere decir que el corazón engañador es inconsecuente y no se sosiega hasta que no toma posesión de aquello que quiere. Por eso, vemos a personas que mienten, matan y destruyen por tan poco. En realidad, el corazón (el alma) quiere realizar el propio sueño a cualquier precio.
Continuará…
Si le interesa lea también: Alma, Corazón, Vida
Libro: Secretos y Misterios del Alma
Autor: Obispo Edir Macedo