“Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105).
No puede haber una perfecta comunión con Dios sin el conocimiento de Su santa voluntad. Cuando Jesús venció al diablo, Él lo hizo usando la Palabra de Dios. Ella es la espada del Espíritu Santo. Cuando la usamos con fe nada hay en este mundo capaz de derrotarnos, pues ella penetra en lo más íntimo de nuestro ser hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos. Cuando es pronunciada por un siervo de Dios en el nombre del Señor Jesús, produce efectos extraordinarios.
Todo aquel que desea vencer a Satanás debe conocer bien la Palabra de Dios, la Sagrada Biblia. El centurión le dijo al Señor Jesús que solamente pronunciara una palabra que su siervo sería sanado. ¡Dicho y hecho! La Palabra llegó hasta el siervo del Centurión y realizó el milagro. Es a través de esa maravillosa palabra que los mayores milagros han sucedido. Ella produce fe en nuestros corazones para resistir al diablo. Por eso es necesario conocerla profundamente.
Continuará…
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Libro: En los Pasos de Jesús
Autor: Obispo Edir Macedo