El mayor y mejor siervo

El Señor Jesús dijo a sus discípulos:

“El qué es el mayor de vosotros sea vuestro siervo” Mateo 23:11

“Pero entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo, como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.” Mateo 20:26-28

En esas sencillas palabras el Señor dijo todo lo que significa ser un siervo. Siervo es aquel que sirve. Y cuánto más sirve, mayor y mejor siervo será. Pues todo lo que él hace es ofrenda para su Señor. Ese es el objetivo principal del siervo, ¡entendiéndose que su servicio en sí, es una ofrenda!

“Si, pues, coméis o bebéis o a hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” 1 corintios 10:31

Cualquier cosa que el siervo hace, por más insignificante que sea, debe ser para la gloria de Dios.

¡Eso es una ofrenda! Por lo tanto, todo el trabajo que el siervo ejecuta tiene como finalidad glorificar a su Señor. Y no importa si el trabajo que él hace es en la iglesia o fuera de ella. Cualquiera que sea el trabajo del siervo de Dios y para quien quiera que se lo ejecute, tendrá que ser siempre como si fuese para el Señor, ¡en ofrenda para Dios! Por eso, el Espíritu Santo, a través de Pablo dijo:

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres” Colosenses 3:23

Si esas palabras fueron practicadas por todos los siervos, entonces tendríamos una Iglesia fuerte, invencible, firmé delante de toda persecución. Pues la Iglesia del Señor Jesús es compuesta exclusivamente de siervos del Siervo Mayor.

Éste es el espíritu que tiene que haber en nuestro medio, cueste lo que cueste, y aquellos que no estuviesen encuadrados en ese espíritu, es mejor que salgan, para no contaminar a los demás.

El placer del siervo es servir cada vez más y mejor. No con intereses oscuros y excusas, sino simplemente porque tiene el mismo Espíritu de Aquel que le sirvió primero. El Señor Jesús “…no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos” Mateo 20: 28

Lo que los siervos deben entender es que, para poder servir, el Señor Jesús los sirvió primero, se vació de sí mismo, asumió la condición de siervo y sirvió a todos los que sufrían, y ahora espera ser servido por ellos.

Continuará…

Libro: El Señor y el siervo
Autor: Obispo Edir Macedo

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