Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida. Clamé a ti, oh Señor; Dije: Tú eres mi esperanza, Y mi porción en la tierra de los vivientes. Salmos 142: 4-5.

Misión cumplida
¿Por qué hay personas que parecen haber sido escogidas? En el mundo hay personas que, con solo verlas, uno las
