La Piedra Viva

Antes de leer este artículo, por favor reflexione sobre esta pregunta: ¿Por qué es importante crecer como persona y ser un testimonio vivo?

Muchos de nosotros nos enfocamos en cosas superficiales. Por ejemplo, si uno sigue a una celebridad en las redes sociales, se enfoca en dónde fue a comer, qué clase de ropa le gusta, qué carro maneja; en fin, uno se enfoca en todo menos en lo importante: nuestro estado personal y la evaluación constante de sí mismo.

La Palabra nos enseña así: “Por tanto, desechando toda malicia y todo engaño, e hipocresías, envidias y toda difamación, desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación” (1 Pedro 2:1-2).

Reflexione más: ¿Será que uno ha estado dando más testimonios?.

Según la Palabra, uno tiene que saber cómo separarse de las cosas mundanas para crecer y observar su propio crecimiento. Por ejemplo, el año ya está por terminar, y en esta época muchos hacen una lista de metas que quieren desarrollar; desafortunadamente, muchos no siguen esas metas. Pero eso es lo natural. Lo sobrenatural requiere que uno siga creciendo espiritualmente de manera constante. Es decir, la comunión con el Espíritu Santo debe ser mucho más íntima; uno debe escuchar la voz de Dios con más frecuencia, vencer a sí mismo y a su ego cada vez más, y ser un testimonio cada vez mayor para Dios. Ante Él, uno siempre tiene que dar muchos más frutos, es decir, almas, porque si uno ha recibido la salvación, la demuestra con los frutos.

Continua: “si es que habéis probado la benignidad del Señor” (1 Pedro 2:3).

Es decir, si uno ha tenido la experiencia de la salvación, lucha para mantenerla o preservarla, porque se debe entender que hay una guerra contra nuestra alma. En otras palabras, así como nosotros estamos luchando para preservar nuestra comunión con Él, el mundo, nuestra vieja naturaleza y satanás están luchando para recuperar nuestra alma.

Sigue: “Y viniendo a Él como a una piedra viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Dios, también vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo” (1 Pedro 2:4-5).

Según la Palabra, existe la casa física, que es hecha por los hombres y el mundo, y la casa espiritual, que está compuesta por los escogidos de Dios. Cuando uno es escogido, es la ‘piedra viva’ de la casa de Dios y el sacerdote santo de Su casa. Es decir, uno es el que trae la luz de Dios a su casa. Esto no significa que la casa de uno va a estar en perfección; lo que significa es que uno la va a bendecir con la autoridad que Él nos ha dado.

Porque, recuérdese, la fe es singular y personal, lo que significa que es uno el que lucha por la perfección, no los que viven con uno en su casa. El deber de uno es luchar por las almas de sus familiares, porque satanás va a estar luchando por la derrota de uno, así como uno está luchando por la victoria con Dios.

Pero, ¿será que uno está ofreciendo sacrificios espirituales?

La Palabra nos orienta a ofrecer sacrificios espirituales, como el perdón, la comprensión, el respeto, la paciencia, el amor, la bondad, la benignidad, la compasión y la misericordia. En otras palabras, uno debe de enseñarles compasión y misericordia a los débiles de la misma manera que Él nos enseña.

Si uno está en Él, es natural que obedezca la Palabra. Es de ahí de donde proviene el testimonio, tanto en lo espiritual como en lo físico. Cuando uno es bendecido espiritualmente, es imposible que sea fracasado físicamente; esto incluye la familia, el amor y la economía. Es cuando el mundo mira esto que uno salva a otros porque uno les demuestra que es una pierda vida.

Para regresar a la pregunta que se hizo al comienzo: ¿Por qué es importante crecer como persona y ser un testimonio vivo? Es importante porque es de ahí donde uno demuestra que es una ‘piedra viva’ y un fruto de Dios. La importancia de ser un testimonio es que, a través de esa experiencia, uno puede ayudar a salvar a otros, porque ya no es una piedra muerta, sino que forma parte de la casa de Dios.

Sin embargo, uno tiene que recordarse que el crecimiento es constante, lo que significa que siempre debe estar dando testimonio. Uno debe evaluarse constantemente para transmitir luz y espíritu, así como está escrito en la Palabra. Porque uno es Piedra Viva y Sacerdote de Él.

Dios los bendiga a todos.

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