¿Será que hay una falta de agua?
En la ciudad de Los Ángeles hay una población de aproximadamente 3,770,958 residentes. Según un censo realizado en 2024, se determinó que aproximadamente 75,518 personas no tienen un lugar donde vivir. De ese número, 46,260 personas no tienen acceso a agua potable para beber, bañarse o realizar tareas básicas de higiene necesarias para la salud.

La realidad es que la falta de agua puede provocar serios problemas de salud y sociales:
- Infecciones y enfermedades en la piel
Las infecciones por estafilococos, sarna, piojos y hongos se propagan rápidamente.
Las heridas sucias tienen mayor riesgo de infección y complicaciones.
- Enfermedades gastrointestinales
Sin agua limpia para lavarse las manos o preparar alimentos, aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos, diarrea y deshidratación.
- Infecciones urinarias y problemas reproductivos
Especialmente en mujeres, la falta de acceso a baños limpios puede causar infecciones urinarias y complicaciones por mala higiene menstrual.
- Empeoramiento de condiciones crónicas
Personas con diabetes, VIH o heridas abiertas necesitan ambientes limpios. Sin higiene, estas condiciones se agravan rápidamente.
- Carga mental y emocional
No poder bañarse o usar ropa limpia puede afectar la dignidad, aumentar la depresión y generar aislamiento social.
- Estigma y rechazo social
Las personas que huelen mal o lucen sucias suelen ser evitadas o rechazadas, lo que dificulta aún más acceder a servicios o encontrar empleo.


Como podemos ver, el agua natural es algo de mucha importancia; si no la tenemos, nosotros decaemos de una manera muy grave. Pero nuestra alma también tiene sed, y muchas veces, por las situaciones que atravesamos, se nos olvida.



La Palabra nos dice así: “—Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—, pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna” (Juan 4:13-14).


Tal vez es fácil decir: “Vamos a regalar agua porque hay gente que no tiene.” Pero, ¿será que uno está verdaderamente ayudando al prójimo caído al hacer eso?
La meta de la Universal es saciar la sed de la que muchos están sufriendo en este momento: la sed espiritual. Cuando uno se alinea con Dios, prospera y brota como fuente de agua. Esto significa que la condición de uno ha cambiado. Y esa es la fe de repartir de esta agua que representa la Palabra para que muchos puedan cambiar su condición a través de la fe.

Semanalmente, el proyecto Ángeles de la Noche realiza una conexión especial para quienes se encuentran con esta sed espiritual. Se estará dando comida, agua y otras necesidades básicas, pero lo más importante: se compartirá una palabra de fe.

Si a usted le gustaría saber más sobre Ángeles de la Noche y el trabajo social y evangelístico que se realiza, por favor acompáñenos en el 625 S. Bonnie Brae St, Los Ángeles, CA 90057, o en la Universal más cercana a usted.
Para alimentar más su fe o conocer los eventos de la iglesia y todo el trabajo evangelístico que se realiza, visítenos en nuestra página web: universalchurchusa.org/es
También puede informarse sobre las labores sociales y de evangelización del grupo EVG en todo el territorio estadounidense, ingresando a las siguientes plataformas: