¿Cuándo es que la vida de uno se convierte en su mayor logro?
Todos tenemos diferentes metas en la vida: unos queremos tener una buena carrera, otros formar una familia, y algunos solo desean tener buena salud física. Pero tal vez esas metas se sientan fuera de nuestro alcance, como subir una montaña empinada: avanzas, pero no logras ver la cima.
Pero ahí está el detalle: uno solo puede alcanzar sus logros según lo que cree. No se trata de una decisión, sino de cómo se vive aquello en lo que uno cree.


Por eso la Biblia nos enseña así:
“Y se cumplió la Escritura que dice: Y creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia; y fue llamado amigo de Dios.”
(Santiago 2:23)
Abraham fue considerado el padre de la fe porque creyó en Dios, aunque todo estaba en su contra.


Lista de las cosas que estaban en contra de Abraham y podían disminuir su fe:
- Su familia no creía.
- Su esposa dudó.
- Su sobrino lo abandonó.
- Los reinos y pueblos no lo entendían (arameos, cananeos, ferezeos, amorreos, egipcios) porque eran paganos.
- El entorno espiritual era hostil.
- Y las circunstancias naturales (edad, infertilidad, soledad) parecían imposibles.
Aunque él les habló de su fe, nadie le creyó; y aunque pasó por persecuciones de toda esta gente, nunca dejó de creer. Esto nos enseña que la fe genuina es una confianza incondicional, incluso cuando las circunstancias parecen imposibles.

Algo más profundo que nos muestra el testimonio de Abraham es que lo prometido no es una sugerencia de algo que tal vez pase, sino una certeza cumplida y una obligación. Dios está comprometido a responder cuando nosotros vivimos por la fe.


¿Cómo se gana el logro mayor?
Sí, Dios es amor, pero el carácter del amor es justicia. Es decir, la salvación (el logro mayor) no se gana, se recibe. Solo se recibe por la fe, cuando uno confía y obedece a Dios de manera personal.

“Llamado amigo de Dios”
La verdadera fe es tener una relación de amistad con Dios, una relación basada en amor, confianza y obediencia. Eso fue lo que llevó a Abraham a alcanzar su mayor logro, y es lo que nos lleva a nosotros a recibir la salvación a través del Espíritu Santo.


Con todo esto dicho, piense: tal vez todo parezca estar en nuestra contra y hasta luzca imposible, pero ¿será que estamos reaccionando con el carácter correcto, el que viene de Dios?
O mejor dicho, ¿qué te está deteniendo del logro mayor?