¿Tenemos un verdadero sentido de gratitud… o es algo que se nos va olvidando con el tiempo?
Tal vez en este momento lo tienes todo… o tal vez no. Tienes familia, pero no hay unión; puedes pagar la renta, pero te cuesta; siempre hay comida en casa, pero no siempre es lo que deseas. Pero hubo un tiempo en el que soñabas con tener eso, y no lo tenías. A veces olvidamos que todo lo que tenemos llegó con sacrificio.
Ahorita estamos en la temporada donde se celebra la gratitud, pero muchos, aunque tengan una mesa llena de comida, se sienten vacíos por los conflictos que hay en la familia.
Muchos, en este momento, están sufriendo: no tienen familia, están solos, viven en el frío y no tienen comida. Personas que han sido olvidadas, pero aun así agradecen lo poquito que se les da.
Por eso la Biblia nos enseña: “Y sean siempre agradecidos” (Colosenses 3:15).
También nos dice: “Sean agradecidos en toda circunstancia…” (1 Tesalonicenses 5:18).
Agradecer es valorar. Pero muchos no valoramos lo que tenemos, aunque nos haya costado obtenerlo. No agradecemos… damos las cosas por sentado.
¿Por qué cuando tenemos menos agradecemos más?
Porque cuando algo nos cuesta, entendemos que tiene valor. Pero cuando algo nos llega muy fácil, casi no lo agradecemos.
El agradecimiento también es entender que se nos ha dado una oportunidad. Si hablamos de relación, agradecer es reconocer que Dios nos da la oportunidad de tener comunión con Él, no solo para resolver nuestros problemas, sino para ser bendecidos en todas las áreas.
Cuando no agradecemos todo lo bueno que tenemos, es como si no valoráramos lo que Él hizo al dar a Su Hijo en la cruz. Por eso, el agradecimiento es más que un sentimiento: es un mandamiento para quienes caminamos en la fe.
Y si Dios nos dice que agradezcamos en toda circunstancia, es porque todo tiene una lección y una prueba para fortalecer aún más nuestra fe. Por eso, incluso en nuestras dificultades debemos dar gracias, porque lo que nos espera siempre será mucho más grande: una bendición
Agradecer no es tener mucho, es valorar lo que Dios ya puso en tus manos.
Cada semana, el proyecto Ángeles de la Noche sale a llevar un mensaje de fe y esperanza a todos los necesitados. Durante estas conexiones, se ofrece comida, ropa, estudios bíblicos y mucho más. Todos los participantes salen más que bendecidos.
Si vive en Los Ángeles y desea que visitemos a alguien, o quiere participar de esta fe, acompáñenos en los servicios en 625 S Bonnie Brae St, Los Ángeles, CA 90057, o en la Iglesia Universal más cercana.
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