La cirugía estética es una rama de la cirugía plástica orientada a mejorar la apariencia de ciertas partes del cuerpo por medio de procedimientos quirúrgicos. El auge de este sector ha provocado que muchos centros en todo el mundo ofrezcan servicios de bajo coste y que los pacientes prioricen precio frente a su seguridad. Pero estas intervenciones quirúrgicas conllevan un riesgo, ya que en numerosas ocasiones acaban en tragedia.
Es probable que hayas escuchado en más de una ocasión cómo diferentes clínicas de cirugía estética lanzan promociones especiales, este tipo de ofertas sospechosamente baratas suelen proliferar en primavera y verano, épocas en las que se incrementa el interés por la imagen personal.
En grandes grupos empresariales prima el factor económico sobre el factor de seguridad médica. La gestión se basa en números y no en calidad y atención al paciente. La combinación viaje de ocio y estética de bajo coste supone un alto riesgo para la seguridad de los pacientes.
Debe tener cuidado con los productos inyectables, como botox o el ácido hialurónico y asegurarse desde el principio que lo que van a introducir es lo que dicen que es, es de buena calidad, y es administrado en las cantidades convenidas.
En definitiva, las ofertas agresivas de cirugía estética y medicina estética tratan estas intervenciones como meros productos de consumo, cuando son servicios de salud en los que la seguridad del paciente debe ser prioritaria. Seguridad y calidad pueden ponerse en riesgo cuando la suma de costes humanos y técnicos que participan en una intervención de cirugía estética es superior al precio ofertado. Tenga cuidado.
