El sacrificio (Parte 2)

¡Nadie que se propone sacrificar algo lo hace deliberadamente! ¡No! Cuando se determina hacer un sacrificio es porque todos los intentos para alcanzar el objetivo fallaron, entonces, el que sacrifica, se lanza en un último ataque a su objetivo determinando todo o nada.

El pueblo de Israel sabía del valor del sacrificio, tanto es así, que antes de ir a la guerra hacía sus sacrificios porque estos, no sólo le daban ánimos, fuerza y coraje sino también, y principalmente porque garantizaban la victoria contra todo y cualquier enemigo. Un ejemplo clásico de eso fue cuando el rey Saúl, iba a enfrentarse a los filisteos, se desesperó porque el profeta Samuel no llegaba para hacer los sacrificios y así garantizar su victoria contra sus enemigos.

Viendo que los soldados de Israel se escondían en las cuevas, en fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas, amedrentados por aquella situación, no titubeó y ofreció sacrificios desobedeciendo a la palabra del profeta Samuel (1 Samuel 13).

¡El sacrificio cuesta caro, pero garantiza la victoria!

El sacrificio puede ser hecho de varias maneras: en forma de dinero en el altar de Dios o de propiedades para la obra de Dios; en forma de ayunos y oraciones; de trabajo en beneficio a la obra de Dios; en alabanzas a Dios y hasta incluso en renunciar al beneficio propio en el futuro para gastarse en la evangelización, etc.

Así es cuando la persona se predispone a hacer su sacrificio en el altar de Dios, aquel sacrificio clama a Dios en su favor continuamente, hasta que recibe la respuesta de sus oraciones. Además, el mismo sacrificio que es depositado en el altar de Dios, ¡le da la más absoluta certeza de que ya conquistó su objetivo, por la fe!

Otro aspecto que es muy importante analizar, es que el sacrificio es siempre personal e intransferible; él sólo puede ser realizado por aquél que desea conquistar su propia victoria. Está claro que cuando alguien hace un sacrificio en favor de otro, éste será bendecido, sin embargo, la alegría siempre pertenecerá a aquél que se sacrificó.

No se puede ni se debe esperar que alguien conquiste victorias para terceros, cada uno tiene que conquistar su propia victoria a través de la lucha o sacrificio y no debe sacar provecho del sacrificio de los otros.

Si tienen alguna pregunta contáctenos

Compartir:

Una Nueva historia

https://www.youtube.com/watch?v=2Cpms4xSNqY ¿Por qué muchos tienen dificultad para soltar lo que ya quedó en el pasado? Supongamos que en este momento

leer más