Era una mujer quien tenía mucha curiosidad de saber realmente quien era Dios. Siempre había escuchado hablar de Él, pero no había visto Su Poder manifestado en mi vida, crecí pensando que Dios era una religión, por eso nada de lo que hacía llenaba el vacío que sentía en mi interior.
–Por esta razón, busqué en varias partes saber más sobre quien era nuestro Señor en sstudios bíblicos y otras religiones para poder encontrarlo, sin obtener ningun resultado. De esa manera fue como viví por mucho tiempo buscando información.
El tiempo pasó y surgió un problema financiero por haberle prestado mi tarjeta de crédito a alguien de “confianza”, quien al final terminó estafándome y hundiéndome en una gran deuda. En esta situación me encontraba cuando me hicieron la invitación para conocer del trabajo de la Iglesia Universal.
–Aquí fue donde mi entendimiento y mi forma de ver las cosas cambioaron porque descubrí que, a través de la fe, se puede obtener y conquistar todo lo que uno tanto desea. En mi caso lo que necesitaba era llenar el vacío que sentía y que cargaba por tanto tiempo en mi corazón, lo cual solo viene por tener un encuentro con Dios, a través del Espíritu Santo.
–Al saber de esto me propuse encontrarlo y así fue como fui bautizada con el Espíritu Santo. El tiempo pasó y coloqué mi vida sentimental en las Manos de Dios. Después de estar 25 años en la Iglesia Universal fue cuando me propuse de verdad en buscar la bendición en mi vida sentimental en la Terapia del Amor. Así fue como me casé con mi esposo, un hombre que me ama, pero principalmente, ama a Dios y lo tiene a Él en primer lugar como yo.
Testimonio Ana Martínez.
