Cuando aún no se ha tenido un encuentro con Dios, se sigue viviendo de acuerdo a los deseos del corazón, como está escrito en Jeremías 17:9, que el corazón es engañoso y desesperadamente corrupto. Eso provoca que se tomen decisiones y elecciones equivocadas; para así hacer que siempre se este fracasando en la vida. Y lo peor de eso, es que la salvación es colocada en riesgo.
La Palabra de Dios, describe: “Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti”. (Juan 17:1). La gloria que Él quería, era la disposición para morir en la cruz por nosotros y así ser resucitado de entre los muertos y fue así que sucedió. Y eso es lo que nos da la oportunidad de la salvación para lograr la vida eterna.
“Como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. (Juan 17:2,3). En el mundo existen variados dioses, pero sólo hay uno que es el creador del cielo y la tierra. Sólo a través de Él podemos recibir la vida eterna. Existen personas que por falta del conocimiento de la Palabra de Dios, se cuestionan de que si realmente existe un Dios Verdadero, por la razón de que no entienden el porqué de tanto sufrimiento y maldad en el mundo
Usted ha percibido que la mayoría de las personas sólo se acercan a Dios cuando están sufriendo. Eso lo podemos asimilar como a quienes tienen hijos. Mientras los hijos se encuentran bien, ellos desprecian las orientaciones de los padres, piensan que sus papás no saben de nada, que ya están con una edad avanzada, que son anticuados, etc. Pero, en el momento que les acontece algo malo, van humildemente a buscar la orientación del padre. De esa misma forma es con respecto a Dios, cuando la persona se encuentra sin saber qué hacer más porque está sufriendo, ella busca a Dios. El sufrimiento sólo es consecuencia de vivir en el pecado y en la desobediencia para así dar lugar al diablo y haga sufrir al ser humano.
Si una persona quiere conocer a Dios, qué es lo que tiene que hacer para tener un encuentro con Él. Lo primero es reconocer que sin Él no se es nada, nada se sabe y nada se puede sin Él. No es en vano que el Señor Jesús haya sacrificado la vida por nosotros, y Él vino para salvar nuestra alma del infierno, pero esta salvación dependerá de tener un encuentro con el Señor Jesús. Conocer al Señor Jesús o tener un encuentro con Él, lo podemos relacionar como en el momento que una pareja decide asumir un compromiso y casarse. Ellos tendrán intimidad y se conocerán uno al otro. Espiritualmente, cuando se toma la decisión de entregarse a Dios, de renunciar a otros dioses, renunciar a otras creencias y renunciar a otras ideas, para apegarse a la Palabra de Dios y obedecerla, es cuando el Espíritu Santo actúa en la mente y en el corazón. Cuando se tiene un encuentro con Dios, hay un querer de conocerlo cada vez más, surge el querer de todos los días meditar en Su Palabra, se torna natural el orar todos los días, de ayunar, de congregarse en la iglesia y de obedecer Su Palabra.
Otro de los aspectos notorios es el perdón, existen quienes dicen haber conocido al señor Jesús, pero no han logrado perdonar, no consiguen comprender las cosas más obvias con respecto a la Palabra de Dios, no comprenden el motivo del porqué a veces su familia, compañeros de trabajo son problemáticos. Por ejemplo, las personas son problemáticas porque no conocen al Señor Jesús, porque siguen con la vida dominada del egoísmo, prepotencia, orgullo, arrogancia, en fin por los demonios. Es normal que una persona que tiene problemas espirituales, sea una persona problemática. Infelizmente las personas aún teniendo este conocimiento, siguen discutiendo, peleando, cobrando y reclamando. Aún sabiendo que el problema es espiritual. En realidad de nada sirve querer arreglar una situación con alguien problemático, porque al quererlo hacerlo normalmente el espíritu se manifiesta en esa persona. Pero, para usted llegar a esa comprensión es necesario tener un encuentro con Dios, de lo contrario su salvación está en riesgo.
Para tener la vida eterna uno tiene que conocer al Señor Jesús, tener una experiencia con Él. Como dice Su Palabra: Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”. (Jeremías 29:13). Y eso se ve porque hay paz y alegría provocadas por el Espíritu Santo. Cuando se tiene un encuentro con Dios, puede estar aconteciendo lo que fuera alrededor, pero en el interior la paz de Dios predomina. ¿Será que su alma está salva? ¿Usted conoce al Señor Jesús? Quien a tenido un encuentro con Él, sabe lo glorioso que es y quiere que otros lo conozcan. Uno está dispuesto a cualquier sacrificio para que otras personas puedan conocerlo.
Si usted está buscando la vida eterna, busque preservar su salvación que es lo más importante, aunque usted conquiste lo que sea, eso pasa, pero la vida eterna sigue y esa será su mayor conquista.
Dios les bendiga.