¿Será que lo que nos ponemos a diario nos afecta?
Todos nos despertamos con algún tipo de meta para comenzar el día y para terminarlo. Algunos tal vez piensan en salir, otros tal vez no. Pero, sea como sea, todos pensamos: “¿Qué me voy a poner hoy?”
Si somos personas de negocios, nos vestimos como alguien que trabaja en ese ambiente; y si nuestro día es más casual, nos vestimos de manera acorde. Así es como funciona el mundo.
Entonces, dependiendo de nuestra condición y situación, así es como estamos vestidos.
En este momento hay personas que no tienen con qué cambiarse y tal vez hasta se han rendido. Se han rendido ante la condición o situación en la que se encuentran. Personas que incluso están sufriendo de frío, lluvia y climas extremos a causa de fuerzas malignas.
¿Qué podemos hacer para cambiar esta situación?
La Biblia nos enseña así:
“Por tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de profunda compasión, de benignidad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia; soportándose los unos a los otros y perdonándose los unos a los otros, cuando alguien tenga queja del otro. De la manera que el Señor los perdonó, así también háganlo ustedes.”
(Colosenses 3:12-13)
La respuesta es sencilla: tenemos que revestirnos.
Estos versículos nos dicen que podemos ser tres cosas: escogidos, santos y amados. Pero, para llegar a serlo, debemos ponerlo en práctica con compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. Estas prácticas son las que nos revisten en Cristo Jesús.
Significado de lo que somos revestidos:
- Escogidos: elegidos por gracia.
- Santos: apartados para Dios.
- Amados: objeto de Su afecto constante.
Pero lo más importante que está escrito en estos versículos es que, para ser revestidos, debemos apoyarnos unos a otros. Esto significa que no importa la condición en la que se encuentre nuestro prójimo —incluso si nos ha insultado—, tenemos el deber de alimentarnos mutuamente con la Palabra de Dios.
Esa es la fe que se vive aquí, en la Universal. Por eso, cada semana los coordinadores de Ángeles de la Noche salen a ayudar a las personas que se encuentran perdidas. Durante estas conexiones se entregan comida, agua, ropa, paquetes de higiene y, sobre todo, una palabra de fe. Todos los presentes reciben una gran bendición.
El revestimiento llega cuando le damos a otros la misma oportunidad que el Señor Jesús nos dio. Debemos ser pacientes unos con otros y creer que el cambio llegará pronto.
Si vive en Los Ángeles y desea que visitemos a alguien, o quiere participar de esta fe, acompáñenos en los servicios en 625 S Bonnie Brae St, Los Ángeles, CA 90057, o en la Iglesia Universal más cercana.
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