Cuando se pasa por las pruebas o por el bautismo de fuego es imposible que el Espíritu Santo a través de Su Palabra no de la fuerza necesaria para mantenerse y vencer. Las pruebas, el bautismo de fuego puede ser una injusticia, una persecución, un ataque satánico donde el diablo usa principalmente a las personas, etc. Dios estará ahí, si se vive conforme a Su Palabra, se vencerá y no se será avergonzado.
Quien es de Dios de ninguna manera puede considerar la vergüenza, el fracaso como algo natural de la vida, porque eso no es así. Por ningún motivo se puede aceptar la derrota, si bien es cierto que se tienen que pasar por situaciones adversas como por ejemplo una injusticia. Quien es de Dios sabe que conforme a Su Palabra nosotros no podemos hacer justicia con nuestras propias manos, hacer justicia con nuestras palabras o hacer justicia a nuestra propia manera, por el contrario, tenemos que guardar silencio, aunque nuestras ganas sean de decir todo lo que se piensa, de reclamar, incluso se siente como si un fuego ardiera dentro de nosotros, pero el fuego del Espíritu Santo supera ese fuego de la carne que quiere que hagamos justicia con nuestras propias manos.
La Palabra de Dios nos dice al respecto: “ Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Mateo 6:33. En esta ocasión los discípulos del Señor Jesús habían manifestado la ansiedad y la preocupación porque habían tomado la decisión de servirle y de seguirle, ellos naturalmente necesitaban de vestimenta, de alimento, cuidar sus familias… Pero habían tomado la decisión de servirlo y eso les traerían consecuencias porque eran judíos. Cuando los judíos tomaban la decisión de profesar y confesar la fe en Jesús, ellos eran despedidos de su trabajo, perdían la casa donde vivían, ellos eran despreciados por sus familiares que eran judíos, no era fácil y no es fácil para aquellos que toman la decisión de priorizar la voluntad y los planes de Dios para su vida.

Cuando una persona toma la decisión de poner en primer lugar el reino de Dios en su vida, que es servirlo y seguirlo a partir de ese momento ella comienza a vivir la vida del reino, por lo tanto, ella lucha y se sacrifica para vivir una vida correcta delante de Dios. Vivir en el reino es priorizar la voluntad de Dios, vivir dentro de Su justicia, en si luchar y sacrificar para vivir una vida correcta delante de Él. No es apenas moralmente hablando, sino hablando espiritualmente también, como por ejemplo lo que es el perdón, buscando tener comprensión hacia quien nos hecho un mal. Cuando alguien le ofende, la orientación que se da para quien está viviendo en el reino de Dios, es perdonar, caminar la segunda milla, porque usted sabe que Dios le providenciara la justicia, tarde o temprano, Él mostrará la verdad.
Elías le dijo: “No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza y tráemelo; y después harás para ti y para tu hijo”. 1 Reyes 17:13. En esa época había sequía, el cielo estaba cerrado y la viuda de Sarepta necesitó hacer esa prueba, pero primero tuvo que renunciar a sus pensamientos, sentimientos del reino natural, humano, renunciar y priorizar el reino de Dios que es la fe sobrenatural. En los tiempos actuales si queremos ver lo sobrenatural en nuestra vida, primero tenemos que priorizar la fe, lo que la fe le está pidiendo, ordenando, priorice lo sobrenatural, porque si se sigue aferrada a la natural, entonces su vida seguirá siendo afectada por lo natural, por lo que está pasando, aconteciendo. El resultado en su vida dependerá de cuál reino usted está priorizando.
No busque la dependencia de los hombres, sólo dependa de Dios, no hay cosa mejor, pero para eso tenemos que vivir la vida del reino, esto es, vivir por la fe, aunque seamos tentados a reaccionar a nuestra manera, pero si usted rechaza y vive a la manera de Dios, estará haciendo como aquella viuda, que priorizó lo que Dios le había mandado a hacer a través del profeta Elías, porque incluso la viuda de Zarepta también podría haber pensado que Elías era un estafador, pero ella creyó porque Dios colocó dentro de ella aquella fe sobrenatural. Mientras estemos viviendo en el reino y en la justicia de Dios, no importa la injusticia que suframos, porque la justicia de Dios siempre prevalece, aunque en el momento no será nada fácil, pero quien vive en el reino y en la justicia vencerá. Nosotros tenemos que vivir la vida del reino. Si usted prioriza el reino de Dios, Su Palabra dice que todo será añadido, esto quiere decir que Dios no solo le dará lo suficiente, sino que Dios le dará en sobreabundancia, como hizo en la vida de la viuda.
Dios les bendiga.

