Beatriz Chamu antes de conocer la Iglesia Universal vivía una odisea, su hogar permanecía envuelto bajo el manto de la discordia, los problemas espirituales que atravesaban no daban cabida para la paz en aquellas cuatro paredes. Muy dentro de su corazón se sentía muy triste puesto que era tan solo una niña la cual reclamaba un poco de amor.
Para Beatriz el cariño era un lujo desconocido, la falta de atención le hacía creer que no poseía ningún valor como persona, por las noches se sentía acechada por una fuerte presencia maligna que le robaba el sueño y la volvía esclava del insomnio.
El destino condujo a sus padres a los Estados Unidos, pero al irse tuvieron que dejarla para su propio bien, sin embargo, al ser tan pequeña sentía aquello como un vil abandono. Cuando tuvo la oportunidad de reunirse de nuevo con ellos ya nada era lo mismo, los percibía como unos extraños en su vida.
El resentimiento y la confusión crecían como una avalancha, pero sus hermanas llegaron a tiempo para invitarla a participar en la Iglesia Universal donde pudo ser liberada de todos aquellos males que no la mantenían en vela. Hoy en día vive feliz gracias al cariño que recibe de su familia la cual ha sido tocada por la bendición del Espíritu Santo.
Testimonio Beatriz Chamu.

