Johana Vásquez conoció al hombre quien se convertiría en el padre de sus hijas, al comienzo de la relación todo parecía funcionar entre ellos, había comunicación y nunca faltaba los momentos agradables llenos de amor y felicidad. Después del nacimiento de su primera hija, su pareja sacaría a relucir una parte muy oscura de su personalidad, el consumo de marihuana y cocaína lo transformaban en otro, su violencia era desmedida.
Johana era sometida no solo a los golpes sino también a una acosadora humillación por parte de aquel hombre quien había logrado acabar con su autoestima, sintiéndose incluso desvalorizada como mujer. Su hija de tan solo tres años era testigo de cómo su madre recibía golpes e insultos sin compasión.
Tras el nacimiento de su segunda hija y al no ver ningún cambio por parte de él, tomó sus maletas y partió a casa de su padre, quien en seguida le abrió la puerta a ella y sus pequeñas. Su padre la invitó a buscar a Dios a través de su palabra, y gracias a esta iniciativa logró encontrar una paz interior que la ayudó a reconstruir su vida y su autoestima. Ella invita a todas aquellas mujeres quienes estén pasando por la misma situación a darse una oportunidad y conocer el Espíritu Santo.
Testimonio Johana Vásquez.
