¿Dónde está el poder del Sacrificio?

¿Donde está el poder del sacrificio?

El sacrificio que el Señor Jesús hizo al derramar su sangre en la cruz, usted lo va a comprender en esta campaña de fe que llamamos Hoguera Santa. Ella es la representación de nuestras peticiones acompañadas con nuestro voto de sacrificio. Estas peticiones serán llevadas en el mes de julio al templo de Salomón, que es el templo principal de la IURD. Los principales obispos y pastores de la Iglesia Universal se unirán en una sola fe en ese lugar para que lo que está planeado por Dios se cumpla en la vida de aquellos que creen y que están dispuestos a someterse a los planes de Dios. Esto es solo posible cuando la fe es actuada basada en Su Palabra.

Y basándonos en la Palabra de Dios, el poder del sacrificio está en el derramamiento de la sangre. En el pasado los patriarcas y los profetas, realizaron un pacto con Dios a través del sacrificio de un animal, al sacrificarlo y derramar su sangre. Podemos asumir que aún más en nuestros días de hoy, donde el pacto del ser humano está cimentado en el sacrificio de la sangre del Señor Jesucristo que es el hijo de Dios.

La Palabra de Dios dice: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.  Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero. y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.” Apocalipsis 12:10,11. Cuando la biblia se refiere a la Sangre del Cordero se refiere a la sangre que el Señor Jesús derramó al sacrificar su vida por la humanidad.

Satanás fue expulsado cuando se reveló en contra de Dios y fue vencido a través de la sangre derramada por el Señor Jesús al sacrificarse. Los que han nacido de Dios, los que tienen el Espíritu Santo, fuimos comprados con Su propia sangre (Hechos 20:28).

¿Dónde está el poder del sacrificio?

Cuando realmente se tiene con Él un pacto de sangre, no hay nada que pueda afectar o dañar, ni aún satanás puede hacer algo. Porque, aunque satanás acuse a la persona en la consciencia, si ella ya está purificada por la sangre de Jesús, como dice la Palabra, entonces la acusación no servirá para nada. Porque la persona fue comprada, limpiada por la Sangre del Señor Jesús. “Si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Esta palabra nos muestra que todo pecado, el Señor Jesús puede limpiar si la persona se arrepiente y hace una alianza con Él.  De igual manera lo testifica en Hebreos 7:26 e Isaías 1:18, donde habla que el Señor Jesús ha limpiado de todo pecado a aquel que le entregó verdaderamente su vida.

Nosotros vencemos por la Palabra, por el Nombre del Señor Jesús y por la sangre de Él. Dios pide de nosotros sacrificio vivo y sangre que es sinónimo de sacrificio (leer Romanos 12 y Romanos 3:25). Quien asumió este pacto de sangre, vive buscando que los planes y los propósitos de Dios se cumplan en su vida.

“Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de Él” (Romanos 5:9). Delante de todas estas afirmaciones, no podemos aceptar tener una vida cualquiera, miserable, pobre, infeliz, vacía, sin el Espíritu Santo. Si el Espíritu Santo vino sobre Gedeón porque él presentó el sacrificio de un animal, podemos pensar que en la actualidad el Espíritu Santo vendrá porque es la propia vida que se coloca en Su altar como sacrificio.

Si usted lee Jueces 6:17-21. Se dará cuenta que Gedeón pidió a Dios una señal y preparó lo que él consideró un sacrificio, pero él lo estaba haciendo a su manera y no a la manera de Dios. Dios quiere hacer algo nuevo en nuestra vida, nos quiere dar un espíritu nuevo, pero nosotros necesitamos presentar un nuevo altar como dice Jueces 6:28, “y que el segundo toro había sido ofrecido en holocausto sobre el nuevo altar”.  Un sacrificio nuevo significa colocarse en la dependencia de Dios, Gedeón primero presentó un cabrito a Dios, pero Dios sabía que en su casa había un toro. Resumiendo, Dios le mostró que de nada servía que hubiese llevado un cabrito si lo que Dios le estaba pidiendo era un toro. También Gedeón continuaba con el altar en su casa, no lo había derribado, para construir el otro altar. Y el único lugar donde uno está seguro es en el altar de Dios. Si hay otros altares (idolatría, tener el corazón en sus posesiones, familia, matrimonio, etc.) en su vida que usted necesite derrumbar, es necesario tomar la decisión, para poner en su vida apenas un altar, que es el altar de Dios.

“A la mañana siguiente, cuando todos se levantaron, vieron que el altar de Baal había sido derribado, que la imagen de Asera que estaba a su lado había sido destrozada, y que el segundo toro había sido ofrecido en holocausto sobre el nuevo altar” (Jueces 6:28). Aquí se hace mención de un nuevo altar, porque antes Gedeón había presentado una nueva ofrenda y la puso sobre una piedra obteniendo una respuesta, pero él solo tuvo paz y sus enemigos seguían en pie listos para entrar y arruinar todo. La Biblia dice que ellos quedaban más pobres. Y si esto no fuera lo suficiente él era el más joven y su familia la más pobre, pero son estos que Dios busca para prosperarlos. Cuando uno tiene un pacto de sangre con Dios, uno no actúa con la fuerza del brazo, sino uno actúa su fe colocando su total dependencia y confianza en el altar de Dios.

Gedeón era un hombre miedoso, pero aun siendo así, Dios le uso, porque él venció el miedo. El miedo y las dudas siempre van a venir, pero uno los vence por la sangre y por la Palabra de Dios. El pacto de sangre es para tener una alianza con Dios, la cual nos lava, nos purifica, nos ayuda a vencer los malos pensamientos, nos da un nuevo corazón y un nuevo espíritu, es así que se comienza a vivir por la fe y es por lo consecutivo que los planes de Dios se cumplirán en la vida de aquel que asume este pacto de sangre, porque esto es, el poder del sacrificio.

Dios les bendiga.

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