Irlanda Valdivia creció en un hogar azotado por las discusiones y peleas, su círculo familiar estaba deteriorado mientras que a ella le tocaba ser testigo del asedio de su padre a su madre a quien trataba a los gritos e insultos. Para ella su progenitora era un apoyo fundamental para su vida por esta razón le dolía mucho ver el sufrimiento por el que atravesaba ella y verse de manos atadas al no poder hacer nada.
Irlanda llegó a desorientarse y consideró dejar sus estudios en ese momento fue su madre quien más la apoyó brindándole razones de pesos para no tomar dicha acción que podría perjudicar su futuro. Al culminar se mudó a San Diego para tratar de conseguir empleo, pero lo que se consiguió fue con más adversidad puesto que la falta de empleos y su situación económica la llevó a aceptar dinero del esposo de su tía a cambio de favores sexuales.
Gracias a su pareja, un hombre de Dios, fue que Irlanda tuvo la oportunidad de conocer la palabra del Señor y adentrarse en su palabra para recibir el Espíritu Santo y ser sanada espiritualmente. Hoy día aconseja a todos aquellos que se sientan perdidos a buscar en la palabra de Dios la solución que Él tiene para nosotros.