Por toda mi vida
Oh, Señor te alabare
Pues mi aliento es Tu vida
Y nunca me cansare
Puedo oír Tu voz
Es mas dulce que la miel
Que me quita de esta cueva
Y me lleva hasta el cielo
Ya vi fuego y terremotos
Viento fuerte qué pasó
Ya viví tantos peligros
Mas Tu voz me calmo
Tu das orden a las estrellas
Y limites al mar
Yo me siento tan seguro
En tus brazos Oh, Altísimo
No hay cerrojos, ni puertas
Que se cierren delante de Su voz
No hay dolores, ni culpa
Que puedan resistir ante El Señor
Y la tempestad se calma
Por la voz de aquel que todo lo creo
Pues Su Palabra es pura
Es escudo para los que en Él creen.

