“Mirad, hermanos, que no haya ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;” Hebreos 3:12
Aquellas personas que han sido tentadas por los malos pensamientos que habitan en sus corazones y osan desacreditar la palabra de Dios a través de sus malos pensamientos y dejando que el mismo diablo oriente sus decisiones son aquellos con un corazón incrédulo.
Un corazón incrédulo lo posee aquel que, aun asistiendo a recibir la palabra de Dios y aun recibiendo la bendición del Señor, es capaz de desacreditar lo que escucha y abandonar el camino de Dios para seguir un sendero guiado por sus frustraciones.
Solo cuando nos invade un corazón incrédulo se es capaz de apartarse de la palabra de Dios y condenar la vida al fracaso y al sufrimiento.
Dios les bendiga.