El poder de lo que está escrito

Servicio especial del día de Pentecostés

Para comprobar si la fe que uno ha vivido, es solo una fe que ha provenido de informaciones o es una fe revelada, ella se comprueba en los resultados y en los frutos de ella. Cuando se vive una fe revelada, las luchas que se enfrentan se vencen y los frutos de ella están de acuerdo con la voluntad de Dios, esto es, se vive una vida en consagración y en obediencia. A causa de eso se refleja en la vida de la persona, que ella no solo ha resuelto sus problemas, sino que los planes y los propósitos de Dios se están cumpliendo en su vida.

No es aceptable que quienes viven por la fe, vivan una vida de fracasos y eso de ninguna manera puede ser así, cuando se vive por la fe se vence como el Señor Jesús lo hizo, analicemos que nos dice la Palabra de Dios al respecto. “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo”. Mateo 4:1. ¿Cómo se puede entender que el propio Espíritu Santo es capaz de llevar a una situación en la que el diablo está listo para actuar y tentarnos? No hay otra forma para que los planes de Dios se cumplan en nuestra vida que no sea pasando por el desierto. Esto es, enfrentando las luchas, las pruebas, las tribulaciones, las tentaciones, las persecuciones, las injusticias, en si enfrentando los problemas espirituales. Para poder vencer esos ataques espirituales, hay que estar listos y atentos, para combatirlos con el poder de lo que está escrito, que es la Palabra de Dios.

¿Cómo saber que es un desierto que se está pasando? El desierto no son los problemas comunes de la vida, estos son las pruebas espirituales, como las persecuciones espirituales, las tentaciones, las injusticias… No hay cómo saber si la fe es verdadera, sin pasar por una prueba. Es necesario siempre estar atento para poder discernir, si lo que se está pasando es una prueba de la fe. Recordemos, para que los planes y los propósitos de Dios se cumplan en nuestra vida hay que pasar por el desierto.

La mayoría de las veces que una persona fracasa y es derrotada en una prueba de la fe, es porque ella despreció su condición espiritual y Satanás conoce y sabe de la condición que tenemos cuando estamos en Cristo, es la condición de hijos de Dios.

Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan». Mateo 4:3. Satanás sabía con respecto a la condición del Señor Jesús, que él era el Hijo amado y aún así, él intento poner duda sobre la condición del Señor Jesús que era Hijo de Dios. Él sabía que tenía hambre y lo atacó conforme a su necesidad. En nuestro tiempo actual no es diferente, Satanás siempre ataca de acuerdo con nuestras necesidades, aunque él primero intenta poner duda, para después atacar.

“Pero él respondiendo dijo: escrito está que no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda la Palabra que sale de la boca de Dios”. Mateo 4:4. No interesan las circunstancias por las que se estén pasando, si se cree en lo que está escrito, se vencerá esa necesidad, porque la Palabra de Dios lo sustenta. Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, y lo puso sobre el pináculo del templo,y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está:  Mateo 4:5,6. Aquí podemos percibir la importancia de analizar siempre lo que está escrito. El diablo uso un texto bíblico fuera del contexto para que el Señor Jesús de acuerdo con su propia voluntad, actuará. Cuidado, nunca acepte la interpretación de la biblia basado en un texto, hay que saber todo el contexto y principalmente saber si esa es la voluntad de Dios, porque estando bajo la voluntad de Él es que se está guardado y protegido.

Satanás sabe del poder de lo que está escrito, tanto que él uso lo escrito para tentar al Señor Jesús y colocarle duda. Él busca despertar nuestras emociones y sentimientos para que actuemos con ellos y así no actuar la fe, busque siempre estar bajo la voluntad de Dios.

“…a sus ángeles te encomendará y: “en las manos te llevarán, no sea que tu pie tropiece en piedra”, Jesús le contestó: «también está escrito: “No tentarás al Señor tu Dios”».  Otra vez el diablo lo llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,y le dijo: «Todo esto te daré, si te postras y me adoras». Entonces Jesús le dijo: «¡Vete, Satanás! Porque escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás, y solo a Él servirás”».El diablo entonces lo dejó; y al instante, unos ángeles vinieron y le servían”. Mateo 4:6-11 .

En el momento que se está pasando por una prueba de la fe, hay un proceso y este exige perseverancia, paciencia y persistencia. También habrá en otras pruebas de la fe que hay que mantenerse apegado a lo que se está escrito y declarar para sí mismo y para el diablo que se cree en aquello que está escrito en la Palabra de Dios. Por ejemplo, cuando se recibe una mala noticia, no se debe de poner en duda la condición espiritual, por el contrario, se tiene que creer que se vencerá, porque así está escrito en la Palabra de Dios y todos aquellos que son hijos de Dios vencen. Infelizmente son muchos los que al no lograr hasta el momento una respuesta desaniman y se terminan encorvando ante los ataques malignos y dejan de servir y adorar a Dios. Lo que Satanás quiere es que se abandone la fe, porque él sabe que si usted permanece firme en lo que está escrito y cree en el poder de ello, vencerá y los ángeles, así como sirvieron al Señor Jesús le servirán a usted, esto es, algo sobrenatural.  

En la vida de un hijo de Dios, siempre tiene que estar aconteciendo lo sobrenatural. Si usted lo quiere ver, no dependa de su fuerza, sino de la fuerza del Espíritu Santo, porque nuestra fuerza está en Él y es así que vencemos. Satanás sabe del poder de lo que está escrito y él siempre va a intentar colocar duda de nuestra condición espiritual, pero si usted usa el arma de lo que está escrito en la Palabra de Dios, como lo hizo el Señor Jesús, usted vencerá. Y así se cumplirá lo que está escrito: “Es Dios quien nos capacita, junto con ustedes, para estar firmes por Cristo. Él nos comisionó y nos identificó como suyos al poner al Espíritu Santo en nuestro corazón como un anticipo que garantiza todo lo que él nos prometió”. 2 Corintios 1:21.

Dios les bendiga.

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