El gran terremoto que inaugura los acontecimientos siniestros de ese sello no puede ser comparable a los innúmeros terremotos que nosotros hemos visto y tomado conocimiento a través de emisoras de radio, televisión y periódicos, teniendo en cuenta que estos han sido locales, y hacen destrucciones locales. Ello deberá ser algo que va a afectar a proporciones intercostales, de lo contrario, no habrá ni necesidad de Juan de referirlo. ¿Y porque la abertura de este sello es con un gran terremoto? Porque son justamente los terremotos los que más producen víctimas mortales entre todos los demás fenómenos destructivos que hay en la faz de la tierra. Los siguientes números estadísticos del Observatorio en Estrasburgo, dan una idea de la progresión de los menores que han ocurrido hasta aquí:
Siglo XII ………… 84 terremotos
Siglo XIII ………… 115 terremotos 190.000 muertos
Siglo XIV ………… 137 terremotos
Siglo XV ………… 174 terremotos
Siglo XVI ………… 258 terremotos 860.000 muertos
Siglo XVII …………378 terremotos 140.000 muertos
Siglo XVIII ………… 640 terremotos 500.000 muertos
Siglo XIX ……….2.119 terremotos 179.153 muertos
El número de terremotos del siglo 20 traspasará mucho el siglo 19. Según cálculos generales, aproximadamente 2.125.000 personas ya murieron en terremotos en el período de 1905 a 1993.
«Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro». Esa descripción coaduna con la del profeta Isaías, que dijo: «Y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera» (Isaías 34:4).
Parece que el apóstol Juan estaba viendo la tierra girar de cabeza para abajo, es decir, el norte pasar a ser el sur y el sur pasar a ser el norte, pues la remover de los montes y de las islas no podrá acontecer sólo con pequeños concursos sísmicos. Tendrá que acontecer algo extremadamente grande en los cielos y en la tierra para que esa metamorfosis física y se efectúe.
Continuará…
Si le interesa lea también: El Sexto Sello (Parte 2)
Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo
