Cuando realmente se ha tenido un encuentro con el Señor Jesús, siempre se busca hacer Su voluntad y no la voluntad propia. Esto es, la persona no sólo quiere venir a la iglesia por venir, ella quiere caminar con Él, estar en Su Presencia. Cuando se quiere tener una relación con el Señor Jesús, el principio de esta caminata será tener una consciencia limpia que es de igual forma un corazón limpio.
La Palabra de Dios nos refiere: Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos”. Hebreos 12:15.
Existen dos tipos de gracia, que es la común y la gracia especial. La gracia común es la gracia que todos los seres humanos disfrutamos, por ejemplo: cuando llueve, la lluvia cae tanto para los buenos como para los malos. La luz de la luna y el sol, viene también para todas las personas. La gracia común es para todos, pero Dios en la biblia se refiere a la gracia de la salvación. Nosotros fuimos y estamos aquí, porque fuimos alcanzados por esta gracia, y eso nos llevó a ser incluidos en los planes y propósitos de Dios. Pero, el hecho de haber sido incluido, no significa que automáticamente se van a cumplir los propósitos de Dios en la vida de uno, eso va a depender de cómo uno este caminando en la presencia de Dios. No es suficiente entrar en la Presencia de Dios, hay que estar y permanecer en la Presencia de Él, para disfrutar de esa gracia.
Cuando la persona no está en la gracia de Dios, la vida de ella comienza a fracasar y tiene problemas en todos los aspectos de la vida, principalmente en la convivencia con los demás.
Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos… Normalmente cuando una persona tiene amargura en su corazón, se puede notar en la expresión de su rostro y en su mirada. Y ¿cómo pudo haber surgido esa amargura en el corazón de la persona? Esa raíz de amargura pudo haber brotado a causa de un problema que se tuvo con alguien, por ejemplo: un desprecio, un abandono, un abuso sexual, una injusticia, una traición… Existen un sinfín de situaciones por la cuales puede surgir una raíz de amargura, si la persona no toma el cuidado en su vida espiritual.
Cuando la persona se descuida y permite que aquella raíz de amargura surga, la salvación eterna está en riesgo. Y lo más delicado es que en un cualquier momento, uno puede morir o el Señor Jesús puede venir.
Normalmente cuando una persona tiene una raíz de amargura, ella envenena a otros y los contamina, hablan mal de los demás e intentan colocar en los otros la misma amargura que ella trae consigo. Regularmente cuando una persona fue dañada por otra, deduce que fue la persona que le hizo el mal y eso también es una brecha para dar lugar a la amargura, pero la realidad es que cuando una persona le hace mal a otro, es porque ella fue usada por un demonio. La amargura hace de esa persona problemática, porque ella está herida, al permitir que aquello que vivió le dominara y por causa de eso, ella hiere a los demás con sus palabras o actitudes. Se debe tener cuidado con las personas que son usadas por el mal para querer despertar lo malo en usted, porque ellas son usadas para que su vieja naturaleza despierte y así usted termine en la misma situación que ella.
Por ejemplo cuando era pequeño las correcciones de mis padres eran físicas, pero en lo personal yo nunca he corregido a mis hijos de esa forma, porque si uno va a corregir el espíritu, él no se puede corregir físicamente, pero si a través de la palabra. En lo personal, Dios quitó todo lo que en mi pasado pudo haberme dañado, ahora tengo que cuidar que ninguna raíz de amargura vuelva a surgir. Cuando una persona trae una raíz de amargura eso impide las bendiciones de Dios, ya que se hace todo murmurando, de mala manera y Dios no puede bendecir de esa forma.
Si usted quiere caminar con el Señor Jesús y no perder Su gracia, no permita que ninguna raíz de amargura brote de su corazón y si ha surgido no pierda más tiempo y pida para que Él le de fuerzas para perdonar a aquel que le hizo mal y así usted pueda tener un corazón limpio. Nosotros somos salvos por la gracia de Dios y es ella que nos permite mantener nuestra salvación, no la pierda.
Dios les bendiga.
