Yolanda Pérez siempre pensó que al casarse lograría encontrar la felicidad, pero la realidad fue otra, una más dura y amarga, sufría constantemente de maltrato físico y psicológico por parte de su pareja, llegando incluso a ser internada en algunas ocasiones debido a lo severo de los golpes. Él fallaba como esposo y con descaro aceptaba no querer la responsabilidad de ayudar en la casa para traer el sustento para ella y sus hijos.
Yolanda Pérez solo lograba conseguir ser rechazada cada vez que trataba de conseguir empleo, por lo que batallaba a la hora de tratar de llevar el sustento a la mesa, a duras penas lograba alimentar a sus hijos, la situación era precaria. La familia fue golpeada por diferentes tragedias con las que ella se tuvo que enfrentar muchas veces sin el apoyo de nadie, tuvo ella que asumir el rol de padre y madre para poder sacar sus hijos adelante.
Yolanda conoció la Iglesia Universal a través de una invitación para participar en las cadenas de liberación, donde pudo de una vez por todas ser una persona libre de tanto dolor que sufría en su vida. El Espíritu Santo trajo tanto a su hogar como a su vida aquella paz que no nunca había podido experimentar.
Testimonio Yolanda Pérez.
