Triunfantes

¿Cómo podemos alcanzar el éxito en lo que creemos?

Todos, sin importar la etapa de la vida, tenemos metas que queremos lograr con éxito. El éxito es cuando alcanzamos lo que buscamos, nos sentimos realizados o encontramos sentido en lo que hacemos. Para que algo sea exitoso, debe tener propósito.

Por ejemplo, dejar de sufrir no es en sí la liberación; solo es parte del proceso. La verdadera liberación viene cuando uno se entrega a lo que puede ayudar. Muchos creen que Dios va a liberarnos solo porque conoce nuestro dolor, pero tanto el éxito como la liberación requieren que los busquemos.

¿Buscar qué exactamente?

Aquello que siempre nos guía: la Palabra. Dios obra por medio de ella y de nuestra entrega a Cristo Jesús.

“Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento” (2 Corintios 2:14).

En otras palabras, solo podemos ser ejemplo, tener éxito y ser libres si estamos en Cristo. Él es quien nos da la fuerza para seguir adelante. Pero tenemos que estar limpios. Eso significa dejar que la Palabra nos limpie cada día al meditar y escucharla.

¿Cómo podemos saber si estamos limpios?

“Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden; para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién está capacitado?” (2 Corintios 2: 15-16).

Cuando alguien está limpio, es como un buen aroma para Dios. Quien guarda y medita en Su Palabra le agrada (aroma agradable), porque no solo la escucha, sino que la vive con obediencia.

Para los de olor de muerte, el mensaje de Cristo es rechazado, y viven en un círculo desagradable donde repiten lo mismo una y otra vez. Estas personas siguen igual porque no le dan una oportunidad al plan de Dios, que quiere liberarlos y darles salvación.

La salvación es ser exitosos, o mejor dicho, triunfadores.