Existen mujeres que, a consecuencia de las heridas interiores, terminan descuidándose. Las ganas de arreglarse y cuidarse disminuyen cuando las heridas del alma crecen. El dolor y el sufrimiento opaca la luz interior que existe dentro de estas mujeres.
El único que puede sanar las heridas interiores del alma es el Espíritu Santo. Como tal, es importante que usted permita que el Espíritu Santo entre en su vida para que pueda sanar las heridas interiores y permita que la luz interior refleje de su interior a su exterior. Acompáñenos en esta oración para la sanidad de su alma.
Si necesita ayuda, llámenos al (800)581-4141
