El infierno Parte 3

Pero, un día, la vida en este mundo se termina y la muerte iguala a todos los seres humanos, sean pobres o ricos.

Pero, un día, la vida en este mundo se termina y la muerte iguala a todos los seres humanos, sean pobres o ricos. Y, aunque el rico hubiera tenido un gran funeral, eso no cambió en nada su condición en la eternidad.

Al morir, Lázaro fue llevado por los ángeles al seno de Abraham (Lucas 16:22), un lugar de descanso eterno para el alma, mientras que el rico fue llevado al Hades, el infierno (Lucas 16:23).

La Biblia describe el infierno como un lugar de tormentos. Vea, entonces, diez características de este que la historia del rico y de Lázaro nos revela:

1) Allí, existe un fuego inextinguible, es decir, llamas que jamás se apagarán. El Señor Jesús revela que el rico está siendo atormentado en una llama (Lucas 16:24), y sabemos que todo fuego necesita un combustible para permanecer encendido. Pienso que, así como el pecado le dio origen al infierno, la justicia y la ira de Dios contra toda impiedad encendieron esa llama y la mantendrán encendida por toda la eternidad.

2) El Señor Jesús también Se refiere al infierno como horno ardiente: “Y los echarán en el horno de fuego; allí́ será́ el llanto y el crujir de dientes” (Mateo 13:42).

3) Los gusanos no mueren; por lo tanto, no se trata de larvas comunes ni de un fuego físico, como lo conocemos. En el pasado, era muy común que los cuerpos de los muertos en batallas quedaran amontonados, en estado de descomposición y llenos de gusanos alimentándose de aquella putrefacción, hasta que fueran completamente consumidos por el fuego. Sin embargo, al hacer alusión al sufrimiento de la condenación en la eternidad, el Señor Jesús citó en tres versículos que, en el infierno, además de que el fuego no se apaga, los gusanos tampoco van a morir.

Y si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego inextinguible, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga.

Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga.

Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al Reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga. (Marcos 9:43-48)

Continuará…

Libro: Secretos y Misteriosos del Alma

Autor: Obispo Edir Macedo

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