En el siguiente pasaje podemos entender el motivo por la cual la gente sufre, la razón por la cual se vive una vida cualquiera y desilusionada. Una vida dominada, controlada y principalmente castigada por las frustraciones. ¿Por qué hay situaciones en su vida qué no han sido cambiadas?
De acuerdo con esta Palabra, si con Él todo se puede, y es imposible fracasar sus planes, ¿será qué usted está viviendo de acuerdo con estos planes y está incluido en los planes de Dios? Muchos todavía se encuentran en esta situación frustrada.
El principal plan de Dios con nosotros es primero recibir el Espíritu Santo en nuestro ser. Mientras uno no reciba y nazca del bautismo del Espíritu Santo, uno jamás podrá disfrutar o vivir los planes de Dios en su vida.
Los que NO tienen el Espíritu Santo, viven enfocados en sus propios planes y propósitos. Andan siempre preocupados en función de sus problemas. Pero, cuando Dios entra a través del Espíritu Santo en la vida de uno, Él lo incluye en Sus planes, no solamente para resolver problemas, porque por más grandes que estos sean para Él son insignificantes.
Entonces uno se pregunta, ¿por qué no resuelve mis problemas, ya que son tan pequeños para Él? Porque Él quiere resolver el problema más grande que uno tiene, que es la del alma. Uno no sabe cuando será el día de su muerte, por eso, la preocupación mayor de Dios es con su alma.
Algunos se preocupan más con los problemas: económicos, familiares, sentimentales, por la salud y entre otros. ¿Y qué pasa con el problema de su alma? ¿Cómo saber si su alma se encuentra con este problema? La tristeza, la depresión, la angustia, la desesperación, la ansiedad, la duda y la preocupación. Todos estos problemas dicen mucho a respecto de nuestro interior, que son los que dominan, controlan la conducta moral y el comportamiento espiritual que no está de acuerdo con la Palabra, todo esto comprueba que la salvación está comprometida y que uno no ha sido salvo.
Muchos no se dan cuenta si están o no en los planes de Dios, que no son solamente resolver problemas, es de que Dios sea glorificado en su vida, empezando con la salvación del alma. Para esto es imposible que uno sea salvo y no reciba el bautismo del Espíritu Santo.
¿Será qué usted ha priorizado este bautismo, la voluntad de Dios? ¿Es esta su prioridad, de vivir de acuerdo con su voluntad y en obediencia? Es imposible que alguien haya sido incluido en los planos de Dios y viva una vida de frustración. ¿Hasta cuándo usted va aceptar tener una vida así? Cumpla y obedezca lo que dice la Palabra de Dios, y verá resultados grandiosos en su vida.
Dios les bendiga.

