Contrajo matrimonio con la certeza de que viviría una vida diferente pero solo era una ilusión

De niña Araceli sufrió mucho en su hogar debido a la deteriorada relación entre sus padres, por eso ya de grande, se juró a ella misma que jamás pasaría por lo mismo que había pasado su madre. Contrajo matrimonio con la certeza de que viviría una vida diferente junto a su pareja, pero esa idea era solo una ilusión puesto que lo que el futuro le preparó fue una odisea de sufrimiento.

Cada noche Araceli temía por la hora en la que su pareja cruzara la puerta puesto que con seguridad llegaría ebrio y usaría la violencia física contra ella. Tomaron la decisión de separarse y él emigró del país, pero mientras ella intentaba reconstruir su vida, cambió de idea y tomó la decisión de emigrar junto a su esposo creyendo en las falsas promesas de cambio.

Araceli aparentaba ser feliz pero las bases del matrimonio se desboronaban como un castillo de arena, no solo la economía estaba por el suelo, sino que además el respeto entre ellos se había perdido, su esposo fácil olvidó las promesas de cambio y retomó la rutina de abandono dejándola sola en casa durante todo el fin de semana.

Araceli entendió que estar alejada de Dios solo ensombrecía su vida por lo que decidió llenarse de esperanza y entregó su vida a un Dios vivo, quien le ha permitido cambiar a través de la sanación espiritual.

Testimonio Araceli Pinzón.

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