El resultado de un clamor

“Entonces en su angustia clamaron al Señor y Él los salvó de sus aflicciones. Él envió su palabra y los sanó y los libró de la muerte” Salmos 107:19-20.

Nuestro refugio

“Entonces oro a ti, oh Señor, y digo Tú eres mi lugar de refugio. En verdad, eres todo lo que quiero en la vida” Salmos 142:5.

La promesa

“Recuerda la promesa que me hiciste; es mi única esperanza. Tu promesa renueva mis fuerzas; me consuela en todas mis dificultades” Salmos 119: 49-50.