El Espíritu Santo

Antes de entrar en el tema del bautismo del Espíritu Santo, debemos tener conocimiento al respecto del propio Espíritu Santo.

El Espíritu Santo era el gran desconocido de todo el pueblo hasta el principio de este siglo, cuando comenzó el movimiento pentecostal y, gracias a esto, más o menos el 70% de los evangélicos son pentecostales.

Él es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, pero no quiere decir que ocupe el tercer lugar en la Divinidad. El Padre, el Hijo (Jesucristo) como el Espíritu Santo están en una misma posición. El Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios. Son tres personas distintas, pero forman un único Dios. Éste es un misterio que no se puede develar. En este caso es válida la suma de 1+1+1=1.El Espíritu Santo tiene, además, otros nombres, como:

Buen Espíritu (Salmo 143:10).

Consolador (Juan 14:16).

El Espíritu (Efesios 15:18).

El Santo (1 Juan 2:20).

Espíritu de Adoración (Romanos 8:15).

Espíritu de Amor (2 Timoteo 1:7).

Espíritu de Conocimiento (Isaías 11:2).

Espíritu de Consejo (Isaías 11:2).

Espíritu de Cristo (Romanos 8:9).

Espíritu de Dios (Génesis 1:2).

Espíritu de Entendimiento, Espíritu Inteligente, Espíritu de Poder, Espíritu del Temor de Dios, Espíritu del Señor (Isaías 11:2).

Espíritu de Verdad (Juan 14:17).

El Espíritu Santo también es simbolizado por:

Agua Viva (Juan 7:38).

Fuego (Salmo 78:14).

Aceite (Salmo 23:5).

Paloma (Mateo 3:16).

Sello (Juan 6:27).

Viento (Juan 5:3).

La actividad del Espíritu Santo en el ser humano es muy grande, pues Él es Autor de la Vida (Juan 3:5-8), Él nos:

Abre los cielos (Mateo 3:16).

Consuela (Juan 14:16-17).

Convence de pecado (Juan 16:8).

Da acceso al Padre (Efesios 2:18).

Hace dar frutos (Gálatas 5:22-23).

Da audacia para hablar del Señor Jesús (Hechos 4:31).

Resucitará nuestros cuerpos mortales(Romanos 8:11).

Derrama el amor de Dios en nuestros corazones (Romanos 5:5).

Enseña (Juan 14:26).

Fluye de nuestro corazón (Juan 7:38-39).

Usa para expulsar demonios (Mateo 12:28).

Guía (Hechos 8:29).

Inspira (2 Timoteo 3:16).

Intercede por nosotros (Romanos 8:26).

Vive en nosotros (Juan 14:17).

Justifica (1 Corintios 6:11).

Revela la voluntad de Dios para nuestras vidas (Efesios 3:5).

Santifica (1 Pedro 1:2).

Testifica a nuestro espíritu que somos hijos de Dios (Romanos 8:16).

Además de todo lo expuesto, el Espíritu Santo nos llena de alegría y paz, habitando en nosotros y manteniendo comunión con Su pueblo, haciendo milagros y maravillas en nuestros medios, dada Su omnipotencia, omnipresencia y omnisciencia.

 

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