En la vida nos puede faltar todo, un familiar que puede fallecer o alguien de la familia puede apartarse; sin embargo, cuando uno nace de nuevo, el dolor que sentimos es momentáneo porque dentro de uno habita el Espíritu Santo. Cuando uno tiene el Espíritu Santo, uno lo tiene todo. El Espíritu Santo es el propio Dios habitando dentro de nosotros y pasa hacerlo todo en la vida. Al tenerlo, nada ni nadie es nuestro todo porque el Señor Jesucristo pasa a ser nuestro todo, no solamente por decir y sí de hecho. ¿Por qué? Por qué un día en un servicio como este, la mayoría tuvo una verdadera experiencia que es: el Nuevo Nacimiento.
¿Qué significa el nuevo nacimiento? El nuevo nacimiento significa lo mismo como cuando nosotros nacemos de nuestra madre y nuestro padre. Dentro de este marco, el nuevo nacimiento significa que hemos nacido de Dios y, a través de este acontecimiento, fuimos transformados por Él. A partir de ese momento, dejamos de ser criaturas para ser Hijos de Dios. Por eso, mientras las personas no tengan esta experiencia, aunque digan que son hijos de Dios, eso no es cierto porque bíblicamente no está correcto y espiritualmente tampoco. Hijos de Dios son aquellos que han nacido de Dios, a través de la Palabra. Aquellos que tuvieron esta experiencia, se han entregado a Dios. Por lo tanto, a partir de este momento cuando uno se convierte en un Hijo de Dios, uno pasa a dar testimonio de Hijo. Incluso, pasa a tener el testimonio del Padre y del Hijo.
“Después de ser bautizado, Jesús salió del agua inmediatamente; y he aquí, los cielos se abrieron, y él vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y venía sobre Él. Y he aquí, se oyó una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido”. (Mateo 3:16-17).
En otras palabras, este Hijo quien le agrada es quien hace conforme a la voluntad del Padre ya que recibió el testimonio del Padre.
¿Cómo este testimonio se materializa? Este testimonio se materializa a través del Espíritu Santo. Uno no puede decir que tiene el testimonio del Padre, si todavía no ha recibido a el Espíritu Santo, si todavía no ha nacido de Dios o si todavía no ha tenido esta experiencia.
¿Qué tengo que hacer para tener esta experiencia? Para tener esta experiencia, usted tiene que entregarse y reconocer que necesita tener esta experiencia. Es necesario reconocer que no ha tenido una conducta moral, un comportamiento espiritual que esté de acuerdo a un Hijo de Dios. Incluso, usted puede percibir que ha cambiado ciertas formas de pensar y actitudes, pero esencialmente sigue siendo la misma persona de antes.
¿Cómo saber si he cambiado? La única persona que conoce, si usted ha cambiado de verdad es usted y Dios. Solamente, usted está capacitado para saber si realmente usted es una nueva criatura o no. Por ejemplo, cuando nosotros nos convertimos en una nueva criatura por obra del Espíritu Santo, cuando vengan los malos pensamientos, lograremos rechazarlos. Incluso, cuando vengan los malos sentimientos, nosotros también lograremos rechazarlos. Sin embargo, antes cuando éramos simplemente criaturas y no hijos de Dios, nosotros alimentábamos estos malos pensamientos y sentimientos. Es por ello que cuando nosotros hacíamos esto, ellos terminan determinando la manera de cómo actuar delante de los problemas, las luchas, las tentaciones y todas las situaciones contrarias.
Sin embargo, aquel que nace de nuevo, ella vence todo porque dentro de ella existe este sello del Espíritu Santo.
“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo”. (1 Juan 5:4).
Dios le bendiga.
