El nuevo nacimiento rescata al alma (Parte 2)

Teniendo en cuenta eso, todos necesitan pasar por la transformación interior, que es el nuevo nacimiento.

Teniendo en cuenta eso, todos necesitan pasar por la transformación interior, que es el nuevo nacimiento. Este le proporciona al ser humano la perfecta imagen y semejanza con su Creador (Colosenses 3:10). El alma de una persona sin el Espíritu de Dios está gobernada por la pasión de los ojos, por la pasión de la carne y por la arrogancia de la vida (1 Juan 2:16); separada de Él, vive sujeta a sus apetitos carnales.

En Adán, el ser humano es solo alma viviente; pero, en el Señor Jesucristo, se torna espíritu vivificante, pues es regenerado y puede volver a vivir en comunión espiritual con el Todopoderoso.

Por lo tanto, aunque algunas personas tengan un cuerpo saludable, coman, beban y se diviertan, a los ojos de Dios, pueden ser cadáveres espirituales. Aquellos que no experimentaron el nuevo nacimiento son considerados por Dios como muertos en sus delitos y pecados:

Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. (Efesios 2:1-3)

Fue sobre eso que el Señor Jesús habló con Nicodemo, que era un hijo de la religión, pero no un hijo de Dios.

Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios. Nicodemo Le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te asombres de que te haya dicho: «Os es necesario nacer de nuevo». (Juan 3:3-7)

Continuará…

Libro: Secretos y Misteriosos del Alma

Autor: Obispo Edir Macedo

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