Existe un motivo por el cual hay personas que aun creyendo en Dios viven una vida de desgracias, infelicidad y en la derrota. Eso las ha llevado a decepcionarse, porque no han visto las promesas de la Palabra de Dios cumplirse en su vida. Ese estilo de vida no coincide con una vida de un hijo (a) de Dios. A continuación, analizaremos un estudio en el cual el obispo Macedo inspirado por Dios lo ha escrito y que está relacionado a la fe emotiva Vs fe racional que es la fe inteligente (estos términos refiriéndose al aspecto espiritual, la inteligencia que viene de la Palabra). El Espíritu Santo a través del obispo Macedo describe lo siguiente:
La fe emotiva es natural, del corazón y del alma. Por eso que muchos abandonaron la barca, el arca de la salvación, porque apoyaron su fe en las melodías religiosas y en las sensaciones espirituales. Cuando la fe es emocional, no se puede ser el Perfume de Jesús, la persona no aceptará ser exprimida y ser afligida. Cuando nosotros escuchamos una melodía (fondo de la música), nuestro corazón se apega a la melodía y se aferra a lo que está escuchando. Por ejemplo, si la melodía que se está escuchando es triste, si se da lugar, eso puede producir tristeza, lloro y angustia. Pero, cuando se coloca atención en la letra, en relación a una canción de fe, nos lleva a reflexionar sobre la fe.
Vivimos en un mundo donde existe la maldad, la injusticia, el pecado, en si es un mundo dominado por el diablo, es imposible que no se tengan momentos de tristeza, pero Dios sigue siendo el mismo y si se tiene el Espíritu Santo, la tristeza no nos puede consumir o dominar. La tristeza no puede definir la conducta o el comportamiento de alguien que está en la fe. Tampoco puede afectar la fe racional que viene del Espíritu Santo. Pero, si la persona está usando la fe emotiva, los malos momentos le afectarán y ella va a abandonar la barca (como describe el obispo Macedo en el estudio) y terminará despreciando lo primordial que es la salvación.
En la vida también hay momentos de alegría, pero la alegría que brinda el Espíritu Santo es permanente. Aunque se estén enfrentando momentos de dificultad, la alegría del Espíritu hace que se permanezca firme en la fe. Los de la fe emocional sólo son felices cuando ganan, pero cuando pierden se entristecen. La Palabra de Dios nos dice al respecto: “Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento”. 2 Corintios 2:14. Aun en los momentos de tristeza y de perdida, para quienes viven por la fe, permanecen en la alegría. También existen momentos para quienes viven por una fe racional que Dios permite que pierdan, porque Él los ama de tal manera que prefieren que pierdan, para no perder lo primordial que es la salvación. La alegría de que quien vive por la fe racional no está en las conquistas materiales, sino en el Señor Jesús.
La fe sobrenatural, en cambio, es racional, es del Espíritu, se cree con la cabeza y no con el corazón. La fe del Espíritu está en el espíritu; es una fe racional, en la que creemos en lo que está Escrito sin importar aquello que sentimos. Quienes viven por la fe sobrenatural dan testimonio aún en medio a las dificultades, cree y muestra que la Palabra de Dios es verdadera a través de la fe. No puede haber aferramiento a lo que siente o a lo que no siente, la fe no está en los sentimientos, por eso se le llama fe sobrenatural, ella va más allá de lo que se siente.
Cuando la fe está en el espíritu (fe racional y fe sobrenatural), acepta ser exprimida, molida, oprimida y afligida por Aquel que murió por nosotros. En la fe sobrenatural, una persona puede ser exprimida y, sin embargo, el perfume de Cristo exhala de ella, como una flor que cuando es aplastada deja su perfume en la mano de quien la aplastó.
“Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierde. Para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién está capacitado”. 2 Corintios 2:15,16. Quienes están capacitados son aquellos que tienen el Espíritu Santo. Cuando se tiene hay el conocimiento que se será odiado, perseguido, se padecerán injusticias, habrá calumnias… Porque para que el perfume que hay en aquellos que tienen el Espíritu Santo pueda ser exhalado, se tiene que ser comprimido y exprimido. No hay como conquistar sin enfrentar las luchas, no hay como la justicia de Dios se manifieste en nuestra vida sin antes pasar por una injusticia.
Muchos se cuestionan y le preguntan a Dios por qué están pasando por ese problema y terminan entregándose a la culpa. Quienes usan la fe emotiva son personas religiosas. Cualquier problema que se encuentren enfrentando, lucha o situación contraria lo adjudican a que talvez pecaron, pero el salmista David, en una ocasión dijo: “Señor, si observas iniquidad o pecado, ¿quién conseguirá permanecer en tu presencia?”. (Salmos 130:3). Esta es la razón del porque en el Señor Jesús somos perdonados. Porque si dependiera de nosotros no tendríamos perdón. El ser humano siempre está en riesgo de estar pecando, porque cuando no se peca con la mente, se peca con los ojos, sino se peca con las manos, al hablar, etc. Pero, existe una diferencia entre vivir en el pecado y estar en el pecado. Quienes viven por una fe sobrenatural, no vive en el pecado, pero están expuestos a cometer pecados. Si usted se encuentra pasando por una lucha, una dificultad, adversidad, eso no significa que usted este en el pecado, esos contratiempos son cosas se tienen que enfrentar y vencer con la fe sobrenatural para así exhalar el perfume de Cristo.
Cuando la persona se le comete una injusticia, calumnia, en sí, cuando pasa por alguna tribulación, aun viviendo esos momentos difíciles o malos, da testimonio, la persona no se pone caída, postrada o desanimada. Cuando una persona recibe el Espíritu Santo, recibe el Espíritu de la fe en su propio espíritu. ¿Cómo se puede ser el perfume de Jesús si no se acepta perder, ser injusticiado, ser corregido? ¿Cómo se puede ser un perfume sin ser exprimido? ¿molido? ¿oprimido? ¿afligido? La fe tiene que ser probada. (Consultar Isaías 53:3-4). Para que la gloria de Dios sea manifiesta en nosotros y a través de nosotros, tendremos que ser afligidos y Dios lo permitirá para que crezcamos en la fe.
“Para que la prueba de vuestra fe, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo…”. (1 Pedro 1:7). Quienes viven por la fe emotiva, del corazón, no les gusta sacrificar, ni renunciar a su propio querer. Si usted quiere comenzar a vivir por la fe sobrenatural, debe existir renuncia y eso significa sacrificar su propia voluntad para comenzar a vivir en obediencia a la Palabra de Dios y así exhalar el perfume de Cristo.
Dios les bendiga.
