El pasado domingo 8 de octubre se realizó como cada domingo la Concentración de Fe en el 703 Sur Broadway, Los Ángeles, Ca. A las 10:00 a.m. En el principio del servicio se realizó la oración en favor de todas las personas que estaban luchando contra algún problema en su vida ya sea de salud, familiar, matrimonio o espiritual. Creyendo a través de la fe que la situación por la que ellas están luchando obtendrán la victoria.
En lo posterior los presentes escucharon un mensaje de reflexión basado en 1 Juan 1:5: “Este es el mensaje que oímos de Jesús y que ahora les declaramos a ustedes: Dios es luz y en él no hay nada de oscuridad”. Quienes han aceptado al Señor Jesús en su vida, no viven en el pecado, ni en las tinieblas, porque la persona vive dentro de la justicia de Dios que es la justicia Divina.
Todos los seres humanos luchamos por una vida justa en todos los ámbitos, pero la única justicia que nos puede ayudar a lograr una vida justa es la justicia Divina. “Si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado”. 1 Juan 1:7. Es por eso la importancia de la Santa Cena porque a través de ella, cuando se toma la decisión de tener la vida entregada a Dios, ella nos redime de todo pecado. Al participar de la Santa Cena, nosotros estamos renovando o asumiendo un pacto con Él. La Santa Cena es la representación que el Señor Jesús pagó por nuestros pecados al dar la vida por la humanidad.
A través del sacrificio que realizó el Señor Jesús, Él se convirtió en abogado de cada uno de aquellos que le han entregado su vida. Por causa de eso Él puede interceder por nosotros y justificarnos, dándonos la Justicia Divina en todos los aspectos de nuestra vida, pero sobre todo la salvación.
Dios quiere ser el abogado de cada uno de nosotros, pero para eso es necesario que nosotros vivamos dentro de Su Justicia. “Pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”. 1 Juan 1:9.
Después de los presentes escuchar la reflexión bíblica, ellos tuvieron la oportunidad de tomar una decisión en esa mañana de entregarse por completo a Dios de cuerpo, alma y espíritu. Para poder afirmar la decisión que se tomó, las personas participaron de la Santa Cena, asumiendo así de esa manera su pacto o alianza con Dios y el comienzo de una nueva vida. Por igual tomando la decisión de abandonar todo lo que le desagrada a Dios y comenzar a vivir bajo Su Voluntad.
Quienes tomaron la decisión de arrepentirse de todo lo equivocado que hicieron, entraron en una nueva etapa que es recibir lo más glorioso que es el Espíritu Santo para así dar lugar a tener el abogado de la Justicia Divina que es el propio Dios. “Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo. Él mismo es el sacrificio que pagó por nuestros pecados, y no solo los nuestros sino también los de todo el mundo.”. 1 Juan 2:1,2.
En toda la semana se estará viviendo este propósito de fe, de la Justicia Divina. Si usted está cansado de las injusticias que ha vivido en su vida, usted puede a partir de este momento tomar la decisión de que el Señor Jesús sea su abogado y poner un basta a su sufrimiento. “Si tan solo supiera dónde encontrar a Dios, iría a su tribunal. Expondría mi caso y presentaría mis argumentos”. Job 23:3,4. Ahora usted sabe que Dios le puede representar en cualquier caso que usted tenga por resolver, si usted toma la decisión de que Él le represente. Y usted dirá y verá su causa solucionada como aconteció con Abraham “Abraham estaba plenamente convencido de que Dios es poderoso para cumplir todo lo que promete. Y, debido a su fe, Dios lo consideró justo”. Romanos 4:21,22.
Dios les bendiga.
