La dependencia del siervo

¿Cuáles son las posesiones del siervo? Él no posee mujer, hijos, casa, ni siquiera su propia vida le pertenece. ¡Su único bien es su Señor! Todo lo que tiene pertenece al Señor, y este se lo presta por algún tiempo. Ser siervo no es sólo servir, sino, sobre todo, pertenecer a alguien. El concepto más profundo de siervo es que él no se pertenece, ni mucho menos lo que tiene.

Su familia, su vida y todo lo demás son de propiedad exclusiva del Señor a quién pertenece y sirve. Si acaso el siervo se sintiera dueño de algo, entonces el dejaría de ser siervo para ser señor. Porque el siervo no tiene derecho de poseer nada. Todo es propiedad exclusiva de Él. Esa es la principal idea del cristianismo. Pues todo lo que está en nuestras manos, ha sido un préstamo de nuestro Señor. Cuando morimos, todo queda aquí. Entonces nuestra vida se une al Señor a quién pertenecemos, por eso podemos afirmar que el siervo de Dios es un dependiente de Él por toda la eternidad.

Aquellos que han luchado por una posición social o bienes materiales, están totalmente fuera del Espíritu del Señor Jesús. Los intensos conflictos por el poder, la autoridad y por la posesión de algún bien o comodidad, demuestran que no están encuadradas como siervos. Tal vez les falte conciencia de lo que es ser siervo o lo más probable, es que ellas nunca nacieron del Espíritu. Pues quién tiene el Espíritu del Señor Jesús, automáticamente recibe la conciencia de siervo.

La verdad es que ser siervo del Señor Jesús es un privilegio de pocos. Y esa servidumbre es solo aquí mientras vivimos en este “vaso de barro”. Pues cuando nuestro Señor se manifieste en gloria, también nos manifestaremos a través de Él. ¡Aleluya!

Además, es preferible ser siervo en el reino de Dios, que ser “señor” en el reino del diablo.

Recordemos lo que el Señor Jesús dijo sobre el trabajo de la posesión de la vida eterna:

“Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, la cual os dará el Hijo del hombre, porque a este señaló Dios, el Padre.” Juan 6:27

Continuará…

Libro: El Señor y el siervo
Autor: Obispo Edir Macedo

Share This Post

More To Explore