El Espíritu Santo es el director general de toda la obra de Dios en este mundo.

La obra del Espíritu en la vida del discípulo (Parte 1)

El Espíritu Santo es el director general de toda la obra de Dios en este mundo.

Nadie, por más que sea consagrado o bendecido, puede considerarse el dueño de la Iglesia del Señor Jesús. Él mismo encargó a su Espíritu que dirigiese su Iglesia, diciendo:

“Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir. Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber.” (Juan 16:13-14)

Por tanto, el Espíritu del Señor Jesús es el responsable directo de Su Iglesia, y Él usa a aquellos cuyos corazones le pertenecen y se someten a Su voluntad, no en base de la fuerza o la violencia, sino en la base del profundo amor y respeto a Su Palabra.

Convicción

Dijo Jesús con respecto al Espíritu Santo:

“Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.” (Juan 16:8)

Cuando la persona es bautizada en el Espíritu Santo, recibe una sensibilidad más depurada a la voz de Dios y puede percibir fácilmente cuando está en un camino equivocado o en pecado. Esto no significa que el Espíritu de Dios la obligará a desviarse de aquel camino pecaminoso, pero con toda seguridad Él la convencerá de su pecado y solamente ella tendrá que decidir el camino a seguir o qué hacer.

En el caso que ella reconozca su pecado y lo confiese a Dios, en el nombre del Señor Jesús, entonces el Espíritu Santo también la convencerá de que fue perdonada.

Regeneración y renovación

“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor hacia la humanidad, Él nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo…” (Tito 3:4-5)

Todos los que fueron sellados con el Espíritu Santo y creyeron, son regenerados, renovados para los propósitos divinos.

Continuará…

Libro: El Discípulo del Espíritu Santo.

Autor: Obispo Edir Macedo

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